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30 ejemplos de uso de sujeto tácito


El sujeto tácito es aquel que existe y sobre el cual se habla, pero no se indica en forma expresa en la oración. Se alude a él más no se nombra, sin embargo, la interpretación lógica sobre lo que se dice de él, permite identificarlo.

Es entendido que este elemento se define como la persona, animal o cosa sobre la cual se refiere algo en una oración. A él se atribuye la acción del verbo y en algunos casos, la vivencia de la acción, por tanto, siempre se encontrará en ella.

 

Su existencia es fácil de inferir y lógico suponer, aún sin estar presente de forma expresa. Alude a algo o alguien que gráficamente no se hace visible, no se identifica con precisión, se hace indeterminado, pero si determinable.

 

Es una figura gramatical que aún siendo indeterminada nutre significativamente el proceso de la comunicación. En definitiva, es aquel que NO aparece escrito en la oración y que, sin embargo, se sobreentiende.

 


Cómo se utiliza el sujeto tácito

Las oraciones simples se organizan desde el punto de vista sintáctico, en dos partes fundamentales: Un sujeto (que es quien realiza la acción) y un predicado (que es la ejecución de esa acción).

Ejemplo: ¡María está leyendo! En esta oración, María es el sujeto y la acción de leer (está leyendo), es el predicado.

En cambio, en las oraciones que estamos analizando, la persona que ejecuta la acción es omitida, sin embargo, se hace presente en la oración. Ejemplo: ¡Ella está leyendo!

Es decir, que, sin nombrar a María, es posible identificarla tácitamente a través del pronombre personal “ella”

 

Descripción del sujeto tácito

En este tipo de oraciones no hay elementos fonéticos que permitan definir con exactitud la existencia del sujeto en la propia oración. Esta figura gramatical es muy propia de nuestro idioma, por lo que la usamos con naturalidad, sin embargo, no es posible en muchas otras lenguas.

 

Es parte de la gramática y se le define también como sujeto elíptico u omitido (porque es el que se omite en la oración). Se utiliza coloquialmente y es el que se infiere por referencia, e incluso por lógica o suposición.

 

Un ejemplo de este tipo de oración es: “Vimos la televisión”.

En esta oración, el sujeto es tácito pues puede inferirse de la forma como se plantea el verbo (vimos).

 

El verbo “ver está conjugado en la primera persona del plural, así que, el sujeto también debe mencionarse en la primera persona del plural: “nosotros”. De este modo, la oración completa incluyendo un sujeto explícito sería: “(Nosotros) vimos la televisión”

 

Esto significa que el pronombre personal “Nosotros”, está incluido de modo tácito, es decir, se hace innecesaria su mención o indicación de forma expresa. Esta condición de evitar el uso innecesario del pronombre, da mayor claridad y pulcritud a la comunicación, de allí la importancia de este elemento.

 

Usos indebidos del sujeto tácito

El uso de esta figura gramatical debe hacerse correctamente. En efecto, si se usa en forma indiscriminada se constituye en un error gramatical, incluso desde el punto de vista fonético.

 

Un ejemplo de este error puede ser la siguiente oración: 

 

“Él faltó a la clase y cuando le preguntaron por qué faltó, él respondió, que él no pudo asistir porque estaba enfermo”

 

En el presente ejemplo, es suficiente con mencionar el pronombre “él” al comienzo de la oración. En las otras tres proposiciones puede deducirse perfectamente que el comentario se refiere a él y no a otra persona.

Tampoco debe confundirse el uso de esta figura con oraciones impersonales, es decir, aquellas que por su conformación carecen de sujeto. Ejemplo: ¡Hace calor! Esta es una oración que no requiere de esta figura, alude a una acción que se cumple o ejecuta por sí sola.

La omisión de esta figura gramatical responde a muchos aspectos, entre ellos:

 

·        La métrica en la diversificación poética

·        Que el autor, por cuestiones de gusto o estilo, considera innecesario colocar el nombre o el pronombre en el enunciado, por sobreentenderse.

·        Dentro de una oración pueden existir dos sujetos tácitos, incluso podría haber más. Por otro lado, las acciones que ofrece el contexto, contribuyen a que podamos identificarlos. Es cuando se le da a este fenómeno el nombre de sujeto elíptico u omitido.

 

 

Análisis sintáctico del sujeto

Las oraciones bimembres son aquellas que tienen dos elementos, dos miembros. Estos son: el sujeto que responde a la persona que realiza la acción descrita en la oración y el predicado que describe la acción.

El sujeto responde a la pregunta ¿Quién? Y el predicado responde a la pregunta ¿Qué hace? Ambas figuras gramaticales tienen en sí mismas otros elementos que los conforman.

El elemento sustancial del sujeto y del predicado son sus núcleos, que son lo más importante de una construcción. Estas construcciones pueden ser entonces, tanto del sujeto como del predicado.

Construyamos una oración, por ejemplo: Enrique duerme. Analicemos su composición preguntando: ¿Quién? Enrique ¿Qué hace? Duerme. Descubrimos entonces que esta oración tiene sujeto y predicado y que por tanto es una oración “bimembre” pues consta de dos elementos.

Evaluado esto, buscamos qué elementos conforman al sujeto y al predicado. Lo que conforma a cada una de estas figuras gramaticales es el núcleo.

El núcleo del sujeto en este ejemplo es “Enrique” y el del predicado es “duerme”. Enrique es un nombre, y en lengua, a los nombres se les llama “sustantivos.”

Esto es muy importante que lo determinemos porque el núcleo del sujeto siempre va a ser un sustantivo. Por su parte, la palabra “duerme” es una acción y en lengua a las acciones se les llama “verbo”.

Así, el núcleo del predicado siempre será un verbo y a su núcleo le llamamos núcleo verbal. Determinados estos dos aspectos sintácticos, podemos inferir las condiciones para identificar oraciones con sujeto tácito.

 

Condiciones que se dan en este tipo de oraciones

El análisis sintáctico anterior permite reconocer fácilmente las condiciones que se dan para identificar el sujeto tácito, estas son:

·        Se trata en todos los casos de oraciones bimembres

·        El núcleo del sujeto siempre es un sustantivo

·        El núcleo del predicado siempre es un verbo

·        El sujeto no se muestra expresamente, pero el núcleo verbal, es decir, la acción indicada por el verbo, nos indica de quién se trata.

 

¿Cómo hacer para detectar de quién se habla en una oración bimembre?

Pues existen algunos indicios que permiten identificarlo:

·     Conjugar el verbo. Por ejemplo: ¡Estudiemos esta tarde! “emos” sería la terminación verbal, la misma indica un verbo conjugado en la primera persona del plural (nosotros).

 

·     Evaluar los pronombres. Por ejemplo: ¡Tomaron sus abrigos para el frio!

El pronombre posesivo “sus” indica que el sujeto es (ellos)

 

·     Preguntar: ¿de quién se habla? Por ejemplo: Ana desayuna temprano.

¿De quién se habla? De Ana. Ana indica que el sujeto tácito es (ella)

·     Determinar la existencia del sujeto expreso en la oración previaPor ejemplo: ¡Ana leyó un cuento. ¡Ahora lo contará a su hermanita! Al seguir la coherencia del texto, se entiende que la segunda oración sigue hablando de Ana, por lo que el sujeto tácito será “ella”.

 

Características de estas oraciones

Algunas características de este tipo de enunciados son:

·        Se trata de oraciones bimembres porque están compuestas de un sujeto y un predicado (2 elementos sintácticos). En este caso, los elementos gramaticales (pronombres, verbos conjugados, otros) permiten inferir su existencia

·        El sujeto tácito, aunque no es identificable, está siempre presente en la oración

·        Dado lo anterior, no puede separarse del predicado pues la oración perdería sentido

·        Debe buscarse en todos los casos de modo referencial y no expresamente

·        Por lo general, son enunciados exclamativos

·        Son utilizados en las expresiones coloquiales

·        No dan lugar a presuposiciones no expresadas con claridad y precisión

·        Una oración de este tipo cuenta la acción que ocurre, pero no identifica al elemento actor.

 

Denominaciones que recibe

·        Tácito

·        Escindido

·        Elíptico

·        Morfológico

·        Omitido

·        Implícito

·        Elidido

·        Sobrentendido

 

Diferencias con del sujeto tácito y el sujeto expreso

El sujeto expreso es aquel que vemos reflejado explícitamente en la oración. Aparece mencionado en ella de manera clara, precisa, identificable.

 


Se compone de un sintagma nominal y puede colocarse en cualquier parte de la oración sin alterar su significado. Aunque por lo general irá colocado al principio de la oración, delante del verbo.

 

Ejemplo: ¡Miguel estudia matemáticas!

 

En este caso vemos claramente que el actor es Miguel, porque es quien realiza la acción del verbo (estudia matemáticas). Conocido el sujeto expreso se hace fácil distinguirlo del sujeto tácito que es el objeto de este contenido.

 

Así, las diferencias entre estos dos enunciados son:

·     El sujeto expreso siempre aparecerá explícitamente en la oración. Este puede ser un sustantivo o un pronombre. Mientras que el tácito nunca aparece escrito en ella. Para identificarlo debemos buscarlo.

·     El sujeto expreso puede colocarse en cualquier parte de la oración, aunque suele ir al principio. Mientras que el tácito no aparece en ninguna posición.

·     El sujeto expreso es el más usado en nuestra lengua. Él hace más fácil la comprensión. Mientras que el tácito resulta útil, pues nos ayuda a evitar repeticiones de palabras mejorando la comunicación.

 

30 ejemplos de enunciados con sujeto tácito

A continuación, indicaremos ejemplos de oraciones y modos en los que se usa esta figura gramatical. Las indicaremos con las siglas “ST”:

  1. Te agradezco si me regalas uno de tus dulces, por favor.  ST: “tú”
  2. ¿Qué les parece si vamos al parque el domingo? ST: “nosotros” “nosotras”
  3. Decidieron que hoy no irán a presentar la prueba.  ST: “ellos” “ellas” “ustedes”
  4. Explícame tu argumento de nuevo, por favor. ST: “tú”
  5. ¡Supimos que por fin llegó de su viaje! ST: “él” “ella” “usted”
  6. Te ruego que no le cuentes a la maestra, por favor. ST: “tú”
  7. ¿Le gustaría tomar un té o prefiere alguna otra cosa? ST: “usted”
  8. Se fue muy triste y llorando a su casa. ST: “él” “ella” “usted”
  9. ¿Podrá decirme cuánto hace que llegó del trabajo? ST: “él” “ella” “usted”
  10. Pasé la noche entera estudiando para el examen. ST: “yo”
  11. ¿Cómo hiciste para salir bajo la lluvia? ST: “tú”
  12. ¿Sería tan amable de indicarme una hora, por favor? ST: “usted”
  13. ¿Te enteraste de lo sucedido ayer en casa de Ana? ST: “tú”
  14. Vinimos todos juntos a comer. ST: “nosotros” “nosotras”
  15. ¿De casualidad tendréis algo de dinero que puedan prestarme? ST: “vosotros”, “vosotras”
  16. Hace varias horas que partieron al aeropuerto. ST: “ellos” “ellas” “ustedes”
  17. ¡Gracias a Dios que me pagó el dinero a tiempo! ST: “él” “ella”
  18. ¿Acaso no sintieron el temblor? ST: “ustedes”
  19. Por favor, hablad bien de mí al Director de la universidad. ST: “vosotros”
  20. ¡Qué dicha, al fin ganamos el partido! ST: “nosotros” “nosotras”
  21. Esta noche no dudaré en irme temprano a la cama. ST: “yo”
  22. Por favor ven temprano a cenar en casa. ST: “tú”
  23. ¿Es que acaso no entienden lo que digo? ST: “ellos”, ellas, “ustedes”
  24. Tomó todo lo que quedaba y se lo llevó. ST: “él” “ella” “usted”
  25. ¿Aún duermes? ST: “tú”
  26. Comieron todo lo que había hasta quedar satisfechos. ST: “ellos” “ellas” “ustedes”
  27. El próximo sábado celebraremos el cumpleaños de la abuela. Sujeto tácito: nosotros, nosotras
  28. ¡Finalmente volaremos mañana por la mañana! ST: “nosotros” “nosotras”
  29. Tiraréis la pelota contra la cerca y luego huid. ST: “vosotros” “vosotras”

30.   Ya eligieron a su representante ante el Consejo de estudiantes. Se infiere tácitamente que se refiere a los alumnos, siendo el ST: “ellos” “ellas” “ustedes”

 

La base para realizar un buen análisis sintáctico es identificar y conocer el nombre del sujeto de la oración. No obstante, en el caso que nos ocupa, este nos permite facilitar los procesos de la comunicación escrita.

 

Con su uso, ahorramos palabras en un proceso pulcro, cómodo al leer y de fácil comprensión. Sin embargo, debemos aplicar la sintaxis para identificarlo.

 

También son útiles, a estos fines, el uso de otras estrategias como la aplicación de la lógica, la coherencia, la suposición y el sentido común.



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