En caso su hijo esté aprendiendo al leer, es importante que como padre analice si es que el proceso se realiza en forma natural, o es que viene teniendo algún problema en hacerlo. Si su hijo tiene problemas para leer, no solo el problema abarca a la lectura de libros, revistas y otros, sino que se le presentarán dificultades para leer instrucciones, ver horarios, ordenar un menú en un restaurant, ver películas y desarrollar muchas actividades diarias sencillas que le resultarán imposible.
Si su hijo tiene dificultades para leer, los efectos de su problema pueden llegar a la edad adulta, ocasionándole diversos conflictos a nivel personal con repercusiones que pueden ser humillantes y extremadamente limitantes.
Es en los primeros años de la educación primaria, donde se posible detectar si es que su hijo sufre algún problema que podría causarle dificultad para la lectura, y es en esta etapa donde se pueden resolver.
Es probable que los profesores de sus hijos, le informen a usted en caso que haya algún problema en el proceso de aprendizaje. De ser este el caso, la escuela supervisará el progreso de su hijo e implementará un plan detallado para mejorar sus habilidades y estrategias de lectura. Sin embargo, si usted observa algún problema de lectura de su hijo que no viene siendo atendido en su colegio, es importante que solicite rápidamente una cita con sus profesores a fin le informen sobre los pasos a seguir.
Debe tomar en cuenta que si deja pasar mucho más tiempo sin tomar acción, será mucho más difícil desarrollar adecuadas estrategias de lectura para sus hijos en los años posteriores. Cuánto más pronto comience, mejores resultares tendrá. A continuación compartimos 8 formas sencillas de ayudar a su hijo a mejorar sus estrategias de lectura.
1. Fomente el hábito de la lectura en casa.
Debe buscar que la lectura forme parte de las actividades diarias que realice su hijo, preferiblemente debe fijar una hora del día. Es muy beneficioso para los niños tener una agenda diaria estructurada, así mismo, si el cuento o libro que usted le proporcione es de su interés, generará que no solo sea una hora al día la que dediquen a la lectura, sino muchas horas más.
Lo ideal es que en este horario usted pueda acompañar a su hijo y hacer la lectura juntos. Puede ser que quizás esta horas de lectura sean uno de los pocos momentos del día que pueda compartir con su hijo. Haga que la lectura sea un momento especial entre ustedes, donde puedan intercambiar opiniones y reflexiones sobre el cuento o libro que compartan.
2. Varíe cómo estructuran juntos su tiempo de lectura.
No siempre espere que su hijo le lea. Sea usted quien lea a veces. Tomen turnos para leer y practique la entonación. Ayude a su hijo a que pueda añadirle ciertos toques dramáticos a la lectura, que respete los signos de interrogación, pausas y de admiración con propiedad. Recuerde que debe evitar que este momento se convierta en una tarea académica más que pueda causarle tensión, ya que debe ser todo lo contrario, un espacio donde puedan divertirse juntos.
3. Felicite a su hijo por sus logros y ayude a que mejore su lectura
Durante la lectura es probable que su hijo lea palabras que no conoce, por ello, lo ideal es que poco a poco lo ayude a comprender cada nueva palabra y que haga uso del diccionario en algunas ocasiones. Haga pausas en ese tiempo y déjelo pensar.
Si comprueba que su hijo parece no conocer varias de las palabras que lee, haga una pausa y consulte que cree él que dice la lectura. Si observa que su hijo no tiene ninguna respuesta sobre el particular, debe brindarle su ayuda de forma inmediata, a fin de evitar los sentimientos de fracaso, además de asegurarse de que siga con el gusto de leer el libro mientras aún puedan recordar de qué trata la historia.
Elogie a su hijo por sus esfuerzos. Diga algo así como «Bien hecho, hiciste un muy buen trabajo» , o «Bien hecho, hiciste una excelente lectura». Esto ayudará a que tenga mucha más seguridad para la lectura.
4. No todas las palabras tienen que ser correctas.
Mucha, mucha paciencia. Es recomendable que se abstenga de señalar o criticar cualquier error que tenga su hijo en la lectura, porque es probable que le termine generando miedo a continuar haciéndolo y a seguir cometiendo errores. Recuerde que el aprendizaje debe ser divertido y si ese espacio que comparte con su hijo hay críticas permanentes, esto contribuirá a su actitud negativa hacia la lectura y hará que su progreso sea aún más lento.
5. Hable, hable, hable … … intente intercambiar opiniones con respecto al libro que vienen leyendo. Pídale a su hijo que vuelva a contar su parte favorita del libro con sus propias palabras. Hable sobre lo que harían si fueran uno de los personajes del libro que están leyendo. Hable sobre cómo se sentían los personajes del libro y por qué se sentían así. Hable sobre las distintas palabras que se usaban en el libro, las más interesantes, las nuevas que aprendieron y su significado. Esto ayudará a aumentar el nivel de comprensión de su hijo. Recuerde que el tipo de libro dependerá mucho de la edad de su hijo, dado que no es lo mismo un libro para un niño de seis años que para un niño de ocho años, intente buscar las lecturas acordes para su edad.
6. Predique con el ejemplo, busque ser visto como un lector. Si sus hijos lo observan leyendo de forma constante, ayudará mucho a su gusto por la lectura, recuerde que se predica con el ejemplo. Es sorprendente la cantidad de niños que nunca ven a sus padres leer un libro. Un periódico sí, pero no un libro. Recuerde que ellos lo están mirando siempre y lo imitan, así que si lo ven leyendo, tenga por seguro que se animarán a hacerlo
7. Busque libros con imágenes de acuerdo a la edad de su hijo. El uso de imágenes es una de las formas en que los niños recopilan información para apoyar su uso de las habilidades de sonido, letras y palabras. Las imágenes respaldan el significado de una historia y brindan un contexto para ayudar a los niños a comprender o relacionar palabras desconocidas.
Los libros de cuentos ilustrados tienen imágenes por una razón. Muchas veces el texto no basta para entender las ideas, que si es posible a través de las imágenes. Lo visual ayuda mucho al aprendizaje de sus hijos.
8. Por último, pero definitivamente no menos importante, ¡haga que la lectura sea divertida! Lo último que tiene que ser es una tarea aburrida o tediosa. No se puede culpar a ningún niño por no estar dispuesto a realizar algo si le es difícil o aburrido.
Recuerde, encuentre libros sobre temas en los que su hijo esté interesado. Así mismo, no se base solo en los libros para incentivar la lectura de sus hijos, por ejemplo, puede pedirle que le ayude a preparar un delicioso postre y traer un libro de recetas ilustradas, donde solo podrá preparar dicho postre si su hijo lee la receta. Lea libros de manualidades y haga cosas. Saque las letras de sus canciones favoritas y haga que las cante. Cree una búsqueda del tesoro con muchas pistas para leer, cualquier cosa que haga que la lectura sea algo entretenido y sorprendente para su hijo.
Tome nota, que el tiempo de lectura debe ser un espacio que comparta con sus hijos de forma amena, constante, interesante, libre de preocupaciones y con mucha diversión. Su hijo se beneficiará, y usted compartirá calidad de tiempo con sus hijos. ¡Empiece hoy mismo!.