Una noche de romanticismo fue la que se vivió el jueves en el Anfiteatro del Parque de la Exposición de Lima, desde que apareció en escena la cantante chilena Myriam Hernández, quien se reencontró con sus fieles seguidores peruanos después de dos años de ausencia.
Antes de que interprete su primer éxito, los miles de asistentes la pedían a gritos. Los aplausos llegaron cuando cantó ‘Ay amor’, un tema que fue pedido por los peruanos para su reciente concierto en Lima, donde inició su gira que celebra sus 25 años de carrera artística.
Tras demostrar que sigue teniendo la misma voz de siempre y que vive cada letra de sus canciones, la artista chilena agradeció el amor del público peruano, que la ha acompañado desde sus inicios.
“Quiero agradecer al público peruano por tratarme con tanto cariño durante estos 25 años. Recuerdo la primera vez que llegué al Perú, en el año 89, donde vine llena de ilusiones y Perú fue un país maravilloso que me abrió las puertas con tanto amor. Me hicieron sentir como si fuera una peruana más”, expresó visiblemente emocionada Myriam Hernández.
“Eres una grande”, “Te lo mereces”, “Eres una peruana más”, con esas palabras respondió el público.
El primer pedido de Myriam fue adueñarse del corazón de los asistentes, quienes aceptaron complacidos. “Gracias de verdad, gracias por acompañarme con mi música y mis canciones, por lo tanto quiero adueñarme de esta noche y decirles que son míos”, dijo la chilena para luego interpretar ‘Mío’.
Acompañada de sus músicos y de dos bellas coristas, Myriam continuó con su show y con su promesa de cantarle al amor y desamor. Por eso, no faltaron sus temas ‘Eres’, ‘Tonto’, ‘Un hombre secreto’, ‘El hombre que yo amo’, ‘Rescátame de aquí’, ‘Si yo me vuelvo a enamorar’, ‘Ese hombre’, ‘No te he robado nada’, ‘Mañana’, ‘Te pareces tanto a él’,‘He vuelto por ti’, entre otros.
Pero fue con el tema ‘Se me fue’ que Myriam demostró seguir vigente y merecer el título de ‘La baladista de América’. Como si a todos se les habría ido un amor, el público peruano cantó, suspiró y hasta lloró con esa triste canción. Eso es lo que origina el repertorio de Hernández, de quien solo queda decir: la espera valió la pena.
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