La presidencia interina de Egipto decretó el estado
de emergencia durante un mes tras los violentos enfrentamientos este
miércoles entre simpatizantes del depuesto presidente Mohamed Morsi y
las autoridades.
El asalto policial a dos campamentos de protesta
de seguidores de los Hermanos Musulmanes causó un elevado número de
muertos. El gobierno interino informó este jueves que más de 500
personas fallecieron y según el Ministerio de Salud 3.572 resultaron
heridas en la jornada de violencia.
¿Qué ha ocurrido en los campamentos de protesta en El Cairo?
Las fuerzas de seguridad se movilizaron en la
madrugada del 14 de agosto para desalojar dos campamentos de protesta de
los partidarios del derrocado Morsi a las afueras de la mezquita Rabaa
Al Adawiya en El Cairo y en la plaza Al Nahda, en el oeste de la ciudad.
El gas lacrimógeno fue utilizado para dispersar a
los manifestantes y se escucharon ráfagas de armas de fuego. Además, se
utilizaron bulldozers blindados para dispersar los campamentos.
Se reportaron varios cientos de muertos durante el violento desalojo
pero las cifras varían entre la versión de las autoridades y la de los
Hermanos Musulmanes.
Los partidarios de Morsi califican los
enfrentamientos de masacre, pero sus opositores acusan a algunos de
ellos de cometer actos de violencia extrema contra las fuerzas de
seguridad.
Los dos campamentos fueron ocupados por
partidarios del derrocado presidente Mohamed Morsi, quien fue destituido
por los militares el pasado 3 de julio después de las masivas protestas
callejeras contra sus políticas.
Sus simpatizantes exigen su reincorporación y han desafiado las advertencias de las autoridades para poner fin a las sentadas.
Vea los mapas de los campamentos
¿Qué originó la crisis en Egipto?
Durante su primer año de gobierno, el presidente
electo Mohamed Morsi se distanció de instituciones clave y de varios
sectores de la sociedad. Para muchos egipcios, el presidente islamista
no estaba resolviendo los problemas económicos y sociales del país.
Egipto se fue polarizando cada vez más entre los
simpatizantes islamistas de Morsi y sus opositores, entre los que se
incluyen miembros de la izquierda, liberales y seculares.
Los problemas se agudizaron a partir de
noviembre de 2012 por la redacción de la nueva Constitución que fue
aprobada por la Asamblea Constituyente (dominada por los aliados de
Morsi), pese al boicot por parte de liberales, laicos y la Iglesia
copta.
A medida que aumentaba el descontento de la
oposición, Morsi emitió un decreto que daba poderes especiales a las
fuerzas armadas hasta la celebración de un referéndum el 15 de diciembre
de 2012 sobre el proyecto de Constitución, lo que los críticos dijeron
que equivalía a una forma de ley marcial.
A finales de abril, activistas de la oposición crearon la base para el movimiento de protesta contra Morsi.
Millones de personas salieron a la calle el
pasado 30 de junio para manifestarse en contra de las políticas del
mandatario, lo que coincidió con el primer año de su gobierno.
El pasado 3 de julio, el jefe de las Fuerzas
Armadas, el general Abdul Fatth al Sisi, anunció que suspendía la
Constitución y nombró al jefe de la Corte Constitucional Suprema, Adly
Mansour, como presidente interino hasta que se convoquen elecciones.
El golpe militar fue apoyado por los opositores,
que se agruparon en el movimiento civil contra Morsi llamado Tamarod,
que significa «revuelta» en árabe, y cuyos representantes acompañaron al
ejército en su anuncio en televisión del derrocamiento del islamista.
Desde esa fecha, Mohamed Morsi permanece detenido en paradero desconocido.
Los partidarios del expresidente islamista han
celebrado manifestaciones casi diarias para exigir su restablecimiento
ante la sede de la Guardia Presidencial, en El Cairo, que se convirtió
en un punto incendiario.
Muchos creen que este es el lugar donde se encuentra detenido el depuesto presidente Morsi.
Lea también: ¿Dónde está el derrocado Mohamed Morsi?
¿Quién es Mohamed Morsi?
Morsi surgió de las filas de los Hermanos
Musulmanes, un movimiento islamista prohibido en el país durante
décadas, y se convirtió en el jefe de su brazo político, el Partido
Libertad y Justicia.
Mohamed Morsi fue el quinto presidente de Egipto
y el primer civil e islamista en ocupar ese puesto. Es, además, el
primer presidente electo democráticamente en Egipto tras ganar por un
pequeño margen las elecciones en junio de 2012.
Reemplazaba así a Hosni Mubarak, quien se
mantuvo en el poder durante 30 años hasta que fue derrocado tras
protestas populares en febrero de 2011.
Desde que Morsi fue expulsado del poder -sólo
duró un año en el cargo- los enfrentamientos entre sus seguidores y las
fuerzas de seguridad habían dejado un saldo de más de 250 muertos hasta
el desalojo del miércoles.
Lea también: Quién es quién en la crisis de Egipto.
¿Qué ocurrirá ahora?
Desde
que Mohamed Morsi fue expulsado del poder, sus partidarios se han
manifestado casi a diario para pedir su restablecimiento.
En medio de la compleja situación política que
atraviesa el país, el presidente interino, Adly Mansour, ha trazado un
plan para una transición que incluye una revisión de la Constitución que
aprobó Morsi y nuevas elecciones parlamentarias a principios de 2014.
El plan ha sido rechazado por los Hermanos Musulmanes y también ha recibido críticas de los partidos de izquierda y liberales.
El general Abdul Fattah al Sisi prometió «no
excluir a nadie ni a ningún movimiento» y pidió medidas para «empoderar a
los jóvenes y su integración en las instituciones del Estado».
Sin embargo, no ha definido hasta el momento la duración del período de transición o qué papel desempeñará el ejército.
El ejército es el más poderoso organismo
gubernamental en Egipto, y muchos dicen que funciona como un Estado
dentro del Estado. Las empresas de propiedad militar constituyen una
proporción significativa de la economía del país.
Lea también: «Egipto se parte en dos».
Reacciones
Tras los enfrentamientos este miércoles, la presidencia declaró el estado de emergencia durante un mes.
Entre otras reacciones a los cientos de muertos,
Mohamed El Baradei, vicepresidente interino de Egipto y premio Nobel de
la Paz, anunció su dimisión.
En un comunicado, el Baradei defendió su postura
pacífica ante el desarrollo de una jornada de violencia: «No puedo
seguir asumiendo la responsabilidad de las decisiones con las que no
estoy de acuerdo y temo sus consecuencias. No puedo asumir la
responsabilidad de una sola gota de sangre».
La comunidad internacional se ha unido en una
condena conjunta de los acontecimientos e instaron al gobierno de Egipto
a que se abstuviera de utilizar la violencia.
«La violencia sólo hará que sea más difícil que
Egipto salga adelante en el camino hacia la estabilidad duradera y la
democracia y va directamente en contra de los compromisos por parte del
gobierno interino para buscar la reconciliación. Nos oponemos firmemente
a un retorno a un estado de emergencia y hacemos un llamado al gobierno
a que respete los derechos humanos básicos», aseguró el portavoz de la
Casa Blanca, Josh Earnest.
Para el editor de Medio Oriente de la BBC,
Jeremy Bowen, el futuro del país dependerá de acercar a los opositores
hacia el acuerdo.
«Tanto el ejército como los Hermanos Musulmanes
piensan que el futuro de Egipto está en juego. Ambos tienen razón. Pero
sin consenso nacional ningún egipcio conseguirá tener una vida mejor»,
apuntó en su cuenta de Twitter este miércoles.
FUENTE: BBC