El senado paraguayo destituyó este
viernes al presidente Paraguay Fernando Lugo acusado por la cámara de
diputados por mal desempeño de sus funciones, en un juicio político
sumarísimo de cinco horas.
Por 39 votos a 4 el Senado declaró culpable al presidente y lo
destituyó, ya que se superaron los 2/3 de los votos que exige la
Constitución.
El vicepresidente Federico Franco, del partido Liberal, que rompió
con Lugo al votar el juicio político tras integrar su coalición de
gobierno, asumirá la presidencia en una ceremonia que se realizará en
breve.
Tras la votación estallaron incidentes en la plaza de Armas frente
al Congreso, donde se habían concentrado miles de partidarios de Lugo,
sobre todo campesinos procedentes del interior, y la policía a caballo
cargó contra los manifestantes y los disolvió en medio de gases
lacrimógenos y chorros de agua.
Lugo se había negado a renunciar el jueves, tras la aprobación del
juicio político por 76 de los 77 diputados presentes en sala de un total
de 80, y tras un llamado en ese sentido de la jerarquía de la iglesia
católica.
Sin embargo, su suerte estaba echada, y esta mañana ya anunció que
«desde otras instancias organizativas seguramente decidiremos hacer una
resistencia para que el ámbito democrático y participativo del Paraguay
se vaya consolidando». «Instamos a la no violencia», precisó el ex
obispo, «pero también con la firmeza iremos exigiendo nuestros
derechos».
El mandatario de izquierda dijo que el juicio político en su contra
«es más que un golpe de Estado.., un golpe parlamentario con un ropaje
jurídico, con una herramienta como es el juicio político pero con
motivos que no se ajustan a la verdad».
Ni un recurso presentado por Lugo ante la Corte Suprema de Justicia
ni la intercesión de los cancilleres de la Unión de Naciones
Suramericanas (UNASUR), que se trasladaron a Asunción en la noche del
jueves, lograron suspender el proceso de destitución ni asegurarle a
Lugo un debido proceso.
El canciller ecuatoriano Ricardo Patiño, que se encuentra en
Asunción, escribió que la destitución de Lugo constituye «una ofensa y
verguenza para la democracia sudamericana» en un su cuenta twitter.
Los cancilleres de Unasur habían advertido que un no respeto del
debido proceso podría configurarse una ruptura del orden democrático.
«Si no se respeta el debido proceso en el juicio político contra el
presidente Fernando Lugo ello configura una amenaza de ruptura al orden
democrático», señaló el secretario general de la Unasur, el venezolano
Alí Rodríguez.
Los presidentes de Venezuela Hugo Chávez, Ecuador Rafael Correa y
Bolivia Evo Morales se solidarizaron con Lugo en llamadas telefónicas,
mientras las presidentas de Argentina Cristina Kirchner y de Brasil
Dilma Rouseff le dieron su apoyo por escrito.
«Aquí saben que mi destitución tendrá consecuencias», dijo Lugo, y
advirtió que «Paraguay debe entender que ya no es una isla y los
procesos de integración exigen compromisos mutuos».
En Washington, los representantes de Venezuela, Nicaragua y Bolivia
denunciaron el viernes en una sesión extraordinaria de la Organización
de Estados Americanos (OEA) calificaron a la de destitución de Lugo de
golpe de estado «encubierto».
El Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, declaró con el
organismo interamericano va a tener que encarar «una acción para
recomponer el diálogo».
Estados Unidos había pedido también al Congreso paraguayo que se
respetara el debido proceso.
FUENTE: EL NACIONAL
FEDERICO FRANCO ASUME COMO PRESIDENTE INTERINO
El vicepresidente de Paraguay,
Luis Federico Franco Gómez asumió este viernes como nuevo presidente de
Paraguay, luego que el Congreso de ese país revocara el mandato del
actual mandatario Fernando Lugo.
Franco, quien tiene 49 años y es médico cirujano, asumió el cargo
el 15 de agosto del mismo año. Antes de llegar a la vicepresidencia,
fue gobernador del Departamento Central en 2003, pero renunció a fines
de 2007 para realizar su campaña para llegar al poder junto a Lugo.
Por su parte, Lugo se dirigió a los paraguayos para comunicar que acata la decisión del Congreso de su país de destituirlo de su cargo.
“Me
someto a la decisión del Congreso y estoy dispuesto a responder por mis
actos como exmandatario nacional, hoy me despido como presidente de la
República, pero no como ciudadano y he de servir a esta nación donde me necesite”, señaló Lugo
FUENTE: RADIO SANTA FE