Diabetes
La Fundación para la Diabetes define esta alteración como el aumento en los niveles de azúcar (glucosa) en la sangre. Esto es, que se trate de una tasa superior a 110 mg./dl. sanguíneo, situación que se denomina hiperglucemia.
Lácteos. Muchas personas con diabetes tipo 2 son deficitarios en zinc, por lo que se aconseja tomar alimentos que aporten este mineral tan antioxidante. Entre ellos, los derivados de la leche son los más importantes, aunque lo ideal son los descremados y enriquecidos con las vitaminas que suelen perder, como la E.
Pollo. Especialmente los muslos, que tienen un alto contenido en zinc. No hay que olvidar cocinarlo sin piel (más grasa). Tampoco se recomienda frito, para no anular las ventajas de esta carne magra.
Canela. La medicina china valora mucho esta especia, ya que ayuda a nuestro cuerpo a procesar la insulina de un modo muy eficaz. Con ello conseguimos necesitar una menor cantidad.
Cebolla. Tanto si se consume cruda (en ensaladas, gazpachos…) como si está cocida (en infinidad de guisos), la cebolla tiende a reducir los niveles de azúcar en sangre. La causa podría ser que influye en el metabolismo de la glucosa en el hígado o en la liberación de insulina.
Polen. Elaborado por las abejas, es un auténtico multivitamínico natural y una muy buena fuente de zinc. Además, eleva la resistencia de las paredes capilares, preservando así de las hemorragias cerebrales y de las cardiacas.
Vinagre. Según un reciente estudio realizado por la Universidad de Arizona, en Estados Unidos, tomar dos cucharadas de vinagre antes o durante las comidas principales reduce visiblemente la concentración de insulina y de la glucosa en sangre después de las comidas.
Brécol. Su riqueza en cromo es la clave de sus beneficios en casos de desequilibrio en el nivel de glucosa en sangre. El cromo mejora la eficacia de la insulina y tiende a regularizar sus niveles en el organismo.
Pasta integral. La pasta, cuando es integral, sin refinar, es una excelente fuente de energía para los diabéticos. Está compuesta por hidratos de carbono de absorción lenta, lo que hace que el paso de glucosa a la sangre sea paulatino. En cualquier caso, si tienes esta alteración, debes ceñirte a las cantidades de pasta a las que te haya autorizado tu médico. Otra opción es la pasta de espelta, una novedad en nuestros mercados que usa un tipo de trigo entero y que se cocina y sabe prácticamente igual que la refinada