La mayoría de las personas esconden una pequeña chispa creativa que, al contrario de asociarlos únicamente con los artistas, sirve para resolver problemas.
La creatividad es la inteligencia para la resolución de conflictos sean estos: interpersonales, como en las relaciones de pareja o amistades; materiales, como la necesidad de dinero u orden; personales, como la necesidad de expresar un mensaje de cierta forma o de intervenir un espacio acorde al gusto personal.
De ese modo utilizando el talento creativo, intrínseco en todos nosotros, podemos transformar nuestros espacios, decorándolos, haciéndolos habitables en un sentido más amplio. Transformar un espacio de modo tal que al permanecer en él se convierta en una experiencia que movilice nuestros sentidos e incluso nuestra fibra emocional.
La decoración como algo superficial
Se dice, por una parte, que el diseño interior y la arquitectura son profesiones frías, que dejan de lado los problemas de los humanos; pero por otro lado, y en realidad, es todo lo contrario puesto que se parte de una noción sociológica para determinar la funcionalidad y la estética del espacio. Esto con el fin de crear, para quien vaya a habitar el espacio, un entorno propicio para su desarrollo, aunque este en su mayoría no lo nota conscientemente.
Como hemos visto en el Curso de Diseño de Interiores en Madrid todo afán de la arquitectura es hacer de un espacio un lugar habitable. Estas dos nociones se diferencian en el entendido de, respectivamente, ser uno la forma en donde el fondo se ejecuta. Esto quiere decir que el espacio es en donde el lugar se va a dar. La noción de lugar tiene que ver con la vida que se da en los espacios.
Personalidad y hábitat
Un ambiente diseñado específicamente para recibir visitas debería ser muy distinto a un recinto donde se descanse o se coma. Cada espacio tiene su planificación y va casado con la personalidad o la visión del habitante. Desde la sala o hasta el diseño de la cómoda debe reflejar la personalidad del dueño. Debería potenciar las oportunidades y las fortalezas de su visión y personalidad; hacer de este espacio uno en el que no se vaya a cansar de estar.