LA DESPEDIDA DEL PAPA BENEDICTO XVI

Marta Campos - Redactora

El Papa Benedicto XVI ya se encuentra en la residencia papal
de Castel Gandolfo, donde residirá un tiempo hasta que se traslade al
convento dentro del Vaticano al que se retirará cuando sea elegido su
sucesor.

Tras viajar en helicóptero desde el Vaticano a Castel
Gandolfo, Ratizingir se asomó al balcón del palacio apostólico de Castel
Gandolfo para salud a los fieles de la localidad y a los turistas y
curiosos que acudieron a las cercanías para despedir al Papa.

Desde allí pronunció las que serán sus últimas palabras en una comparecencia pública. «Me
gustaría con mi corazón, amor y oración, con todas mis fuerzas
interiores trabajar aún por el bien común, el de la Iglesia y de la
humanidad y me siento muy apoyado por vuestra simpatía. Vamos a avanzar
adelante por el bien de la Iglesia y del Mundo»
, dijo Benedicto XVI en su última aparición pública.

El Pontífice se mostró  «feliz» por estar con los fieles, que se han
reunido en la plaza de Castel Gandolfo para escuchar las últimas
palabras de Benedicto XVI, que apenas duraron tres minutos. «Ya
sabéis que este es un saludo distinto a los anteriores, ya no soy
Pontífice, lo soy hasta las 20.00 horas pero ya no más. Soy simplemente
un peregrino que inicia la última etapa de su peregrinaje en esta
tierra».

Finalmente, el Papa ha bendecido «de corazón»
a los presentes, les ha vuelto a dar las gracias y ha deseado buenas
noches a todos los presentes, que no han dejado de aplaudirle y
vitorearle desde que ha aparecido en el balcón.

Benedicto XVI
había aterrizado en Castengandolfo a las 17.25 horas, donde ha sido
recibido por el presidente del Gobernatorado del Vaticano, Giuseppe
Bertello, el secretatio Giuseppe Sciacca, el obispo de Albano, Marcello
Semeraro, el director de las Villas pontificias, Saverio Petrillo, el
alcalde de Castelgandolfo, Milvia Monachesi y el párroco de
Castelgandolfo, Pietro Diletti.

VOLVERÁ AL VATICANO COMO EMÉRITO

El Papa había abandonado el Vaticano en helicóptero, a las 17.07
horas, en un viaje que ha durado 17 minutos, y después de dar dos
vueltas a la ciudad para despedirse, antes de que a las 20.00 horas de
este jueves, 28 de febrero, se haga efectiva la renuncia a su
Pontificado. La próxima vez que regrese a la Santa Sede, lo hará como Papa emérito.

Poco después de que se pudiese contemplar al Papa llegando al helicóptero, sus fieles pudieron leer en la cuenta de Twitter @Pontifex, el que ya se puede decir que es su último tuit:  «Gracias por vuestro amor y cercanía. Que experimentéis siempre la alegría de tener a Cristo como el centro de vuestra vida».

Las campanas de la ciudad de Roma sonaron para despedir al Pontífice,
que abandonó su apartamento caminando con un bastón, y partió desde el
Patio de San Dámaso, junto a su secretario personal, Georg Gaenswein, y
Alfred Xuereb, así como monseñor Leonardo Sapienza, de la Prefectura de
la Casa Pontificia, su médico personal, Patricio Polisca y el sucesor de
Paolo Gabriele, Sandro Mariotti. Benedcito XVI fue despedido por el
secretario de Estado, Tarsicio Bertone, y otros miembros de la curia y
empleados del Vaticano, que le despidieron con largos aplausos.

A las 20.00 horas, Benedicto XVI renunciará a su Pontificado y pasará a ser Papa Emérito o Romano Pontífice Emérito.
A partir de entonces, seguirá vistiendo de blanco, pero sin el pequeño
mantel rojo característico de los papas y sustituirá sus zapatos rojos
por otros marrones que le regalaron en su viaje a México. Desde esa
hora, dejará de usar el anillo del Pescador, que será inhabilitado. Dentro de dos meses, el
Papa se trasladará a vivir al convento Mater Eclesi, donde residirá
«desaparecido» para el mundo, tal y como él mismo ha asegurado.

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