Existe
una amplia gama de productos formulados para mantener la limpieza y
desinfección del hogar, así como un aroma fresco y agradable de los espacios
comunes de la casa. Pero, a quién no le ha ocurrido que nos olvidamos de
remplazar los artículos que se terminan y acabamos por dejar restos de suciedad por doquier.
Lo que
quizás no sabías, es que la gran mayoría de estos productos cuentan con una
estructura química a base de ingredientes activos que muchas veces son
derivados de la naturaleza y que por ende, están al alcance de tu mano para
sustituirlos cuando así lo requieras.
Aquí unos pequeños tips:
-Comencemos
por la cocina, donde a diario manipulamos alimentos y es necesario mantener
estrictos controles de higiene. Y si algo no falta en la cocina, es la sal en
grano, la cual es una aliada infalible para descontaminar tus espacios, ya sea
disuelta en agua, vinagre o limón. También para desprender la grasa de sartenes
y ollas, resulta altamente efectiva.
-En la
sala, el aceite de oliva, aplicado con un paño de algodón sobre la superficie
seca, limpia, desmancha y pule muebles de madera por ejemplo o topes de
granito.
-Para
la sala de baño, el Bicarbonato de sodio, ayuda con las manchas de moho en el
baño o de aceite salpicado en las paredes de la cocina. Basta con diluirlo en
unas pocas gotas de agua y frotar directamente.
-Si lo
que buscas es desodorizar espacios cerrados, las hojas de eucalipto, menta o
romero, frescas o incluso secas y pulverizadas, logran esparcir una fragancia
fresca que neutraliza los malos olores.