Bien porque tienen unos años, o porque se han deteriorado con el uso, las instalaciones de fontanería requieren un mantenimiento constante. ¡Apúntate estos consejos!
La ducha pierde agua: ¿cómo lo arreglo?
Abres el grifo de la ducha por la mañana, y cuando vas a entrar… ¡Horror! Un chorrro de agua sale disparado hacia fuera, mojando paredes y suelos. Si lo miras detenidamente, verás que parte exactamente del punto donde el “teléfono”
de la ducha se une a la manguera flexible, aunque en muchos casos también suele perderse agua en la junta que une dicha manguera al grifo. ¡No llames al fontanero! Es muy fácil de arreglar. Simplemente, cierra el grifo y desenrosca el teléfono de la ducha de la manguera, o ésta del grifo. Verás que dentro de cada junta hay una arandela de goma; sácala con la punta de un destornillador, compra una igual en la ferretería y cámbiala. Ya no se escapará más agua.
Desatascar un lavabo rebelde
El problema de siempre: el desagüe del lavabo está atascado. En estas páginas te hemos ofrecido algunas soluciones. La habitual es el uso del desatascador; pero si con este útil no has obtenido resultados, antes de ir a la ferretería a comprar un muelle o de desmontar el sifón, prueba el
siguiente: conecta el grifo de agua fría a un tubo flexible que llegue hasta el desagüe, y mete este tubo también en la tubería de manera que quede ligeramente introducido en ella. Tapona el desagüe donde has introducido el tubo con un trapo bien apretado, sujétalo con la mano y abre el grifo a toda su potencia; así entrará mucha presión en la tubería y probablemente arrastrará el atasco.
Reparar tuberías con filtraciones
Si en una pared aparecen de repente manchas de humedad escandalosas, o si rezuma agua en la superficie de una tubería de cobre o plomo que esté a la vista, lo más posible es que la tubería tiene lo que llamamos un “poro”, un agujero diminuto por el cual se produce una fuga de agua. Para arreglar este problema de manera temporal (más tarde o más temprano tendrás que llamar a un fontanero para
que te cambie la tubería, o cambiarla tú mismo), cierra la llave de paso y limpia perfectamente la tubería en un tramo de unos 2 cm a cada lado de la fuga (retira bien el yeso si está encastrada en la pared). Después corta un trozo de manguera para jardín de unos 2 cm de longitud y enróllala alrededor de la tubería, sujetándola de forma segura a ambos lados por dos bridas o abrazaderas de plástico.