TURÍN, Italia
El Sevilla se proclamó campeón de la Europa League, después de imponerse en penales (4-2) al Benfica, en la Final disputada en Turín (Italia).
El equipo español anotó todos sus lanzamientos, mientras que los portugueses fallaron dos: el paraguayo Óscar Cardozo y el ibérico nacido en Brasil, Rodrigo.
Los de Nervión y los lusos dirimieron al monarca desde el manchón tras igualar sin goles en el tiempo reglamentario y en los 30 minutos de prórroga.
El conjunto español, en el Juventus Stadium, logró su tercer título continental: Copa UEFA, actual Europa League, en 2006 y 2007.
Benfica, por su parte, prolongó su «maldición», la de Bela Guttmann.
Al ser despedido del banquillo del águila en 1962, tras ganar dos Copas de Europa, el austrohúngaro aseguró que el equipo no volvería a reinar más allá de las fronteras portuguesas. Y por ahora la razón sonríe al fallecido técnico.
El Benfica perdió cinco finales de Copa de Europa y dos de la UEFA; cayó en la Final de 2013 ante el Chelsea, la más reciente.
Fue una final taquicárdica, con dos equipos generosísimos, cuyos jugadores acabaron exhaustos por el esfuerzo.
La primera parte no tuvo dueño, pero el equipo luso puso las ocasiones. Hasta ese momento no pasó casi nada porque ambos rivales se preocuparon más por no cometer despistes que por buscar decididamente el área rival.
El Sevilla tardó diez minutos en templar los nervios. Para entonces, ya había sumado dos tarjetas amarillas -Fazio y Alberto Moreno- por patadas a destiempo.
Cuando el balón comenzó a pasar por Ivan Rakitic, el conjunto español se pareció más a sí mismo; sin embargo, los de Jorge Jesús apostaron por un repliegue ordenado, llevando lejos de su área la línea del fuera de juego, y eso complicó mucho al Sevilla.
Al conjunto español se le apagaron las luces cuando se acercaba al área portuguesa, que apenas sufrió antes del intermedio.
La segunda mitad fue diferente y tuvo un inicio trepidante. Ambos conjuntos se quitaron los corsés tácticos y se sucedieron las llegadas a ambas áreas. Ninguna más clara que la de Rodrigo, cuyo remate sacó Pareja en la línea de gol. Luego José Antonio Reyes respondió con tres remates que no encontraron red.
Como ocurrió en el primer periodo, el Benfica acabó mejor la segunda parte. El Sevilla, muy fatigado, acabó colgado del larguero y pidiendo el final del encuentro. Y sus plegarias fueron atendidas. La final se fue a la prórroga.
La institución de Portugal fue la dueña de los tiempos extras, aunque le faltó hacer algo más que colgar balones al área.
El Sevilla defendió con mucho orden y el título quedó en los penales; para entonces, los calambres y espasmos musculares eran mayoría en el verde de Turín.
El título quedó en manos de los jugadores con más sangre fría y ahí triunfó Beto, quien paró dos penales a las Águilas y le dio la victoria al Sevilla por 4-2. El conjunto español no erró ni uno solo de sus lanzamientos; 52 años sin ganar una corona continental y contando para Benfica.
FUENTE: http://laaficion.milenio.com/
TANDA DE PENALES
Sevilla 0-0 Benfica [PEN: 4-2] ball-contro.com por Ball-Control