El limón, es uno de los frutos más bondadosos de la madre naturaleza, innumerables
son las propiedades de este jugoso manjar tanto para la salud, como para la
cocina y para otras funciones como lo es la limpieza.
Económico,
de fácil acceso, pues su cosecha está vigente por casi todo el año y en todos
los países, el limón es un aliado indispensable para mantener tu hogar
reluciente y desinfectado. Lo mismo se puede decir de la lima.
Intenta
exprimir unas pocas gotas de limón sobre el envase de lava platos o en su
contenedor, ya sea liquido o en polvo, el ácido alcalinizará el detergente
potenciando su función desengrasante y aportando adicionalmente una fragancia
neutra y muy fresca.
Si de
recuperar el brillo de las superficies metálicas, de acero, lata o cobre se
trata, el limón es la solución, diluido en unos pocos granos de sal, y untado
directamente sobre el metal, ya sea el grifo del lavaplatos, las hornillas de
la cocina o cualquier otro, y dejándolo por unos 15 minutos, verás al remover
con agua clara, como brillarán de nuevo sin necesidad de frotar con esfuerzo.
En el
baño, el limón pasa por ser un excelente desinfectante, removedor de moho y
hongos, y adicionalmente neutralizante de olores indeseados.
Y si
buscas desempañar las puertas, vitrinas o espejos de la sala de baño, el limón
diluido en agua o vinagre no solo acabará con este antiestético problema, sino
que además te ayudará a desinfectar estas superficies de una forma y 100%
efectiva.
Para
conseguir un blanco insuperable en las prendas de vestir, toallas o paños de
cocina, intenta diluir en la lavadora una taza de zumo de limón. Te
sorprenderás con los impactantes resultados.
La
limpieza del microondas es más fácil si se incorpora un limón en rodajas dentro
de una taza de agua, se introduce y se deja hervir. El vapor que ésta
desprenda, dejará las paredes del artefacto limpias, desinfectadas y libres de
olores a grasa y comida.