El concepto básico referido a la sabiduría se relaciona con el conjunto de conocimientos adquiridos en temas importantes para el ser humano mediante la observación, experiencia o la investigación.
La sabiduría se fortalece en una persona mediante el estudio permanente caracterizado por el buen juicio, la razón, la prudencia, la sensatez y la humildad.
El largo camino de la persona sabia está plagada de obstáculos que superar. En dicho camino los errores se convierten en herramientas para la templanza, moderación y tolerancia.
Asimismo, el ser humano sabio identifica las caídas o fracasos como oportunidades para demostrar resistencia y fortaleza espiritual. El sabio verdadero predica con el ejemplo, nunca se ufana, no es soberbio ni petulante, sabe que todas esas taras no son más que lastres en el camino de la evolución espiritual.
El hombre sabio o mujer sabia conocen que si bien se debe tratar de entender la vida, no podrán hacerlo del todo porque hay hechos que escapan del entendimiento humano. Las personas sabias son conscientes que habrá cosas que jamás podrán comprender y si bien buscan respuestas filosóficas, saben que hay un conocimiento más allá del mundo racional.
Las personas sabias entienden que para conseguir la paz mental siempre debe prevalecer en sus acciones el lado espiritual antes que el lado material.
La persona sabia tiene enormes cualidades que pueden deslumbrar positivamente a muchas personas. A no confundir un hombre sabio con cualquier charlatán; este último siempre pedirá algo a cambio. El sabio verdadero sabe bien las leyes del dar y recibir y no manipula emocionalmente a nadie. Él deja que cada quien vuele libremente con sus propias alas.
La sabiduría representada por un ser humano no confunde la libertad con el libertinaje, busca siempre el bien de la humanidad., cree en un ser supremo y está en armonía con la naturaleza y el Universo.
Finalmente, debemos decir que aprender la sabiduría es un largo camino por recorrer. El sabio es la persona que ha cultivado su mente de tal forma que se ha convertido para sí mismo en una luz cuyo resplandor además ilumina y guía correctamente la vida de las demás en forma desinteresada.
Como dice la Biblia en Proverbios:
“Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, y que obtiene la inteligencia; porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, y sus frutos más que el oro fino. Más preciosa es que las piedras preciosas; y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella… Ella es árbol de vida a los que de ella echan mano, y bienaventurados son los que la retienen”
Mardam