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13 DE MARZO 2013-EL VATICANO
El argentino Jorge Mario Bergoglio de 76 años fue elegido nuevo Papa hoy en Roma.
Al parecer el nuevo Papa elegiría el nombre de Francisco I.
La Iglesia ya tiene nuevo Papa. El cardenal argentino Jorge Mario
Bergoglio, jesuita de 76 años, ocupará la silla de Pedro con el nombre
de Francisco I. Es arzobispo de Buenos Aires. Es el primer
latinoamericano y el primer miembro de la compañía de Jesús que dirige
la Iglesia católica. Tras al menos cuatro votaciones y dos fumatas negras,
los 115 cardenales electores, con la ayuda siempre invocada del
Espíritu Santo, inclinaron la votación a favor de Bergoglio. La fumata
blanca se alzó sobre el cielo de Roma a las 19.08 (hora italiana y
peninsular española). La Iglesia vivirá a partir de hoy una situación
inédita. El nuevo Papa deberá convivir en el Vaticano con el papa
emérito, Benedicto XVI.
Bergoglio es un jesuita ortodoxo en cuestiones dogmáticas pero
flexible en materia de ética sexual. Desde el balcón y vestido de
blanco, ha dado las gracias y ha pedido una oración por su antecesor, el
pontífice emérito. El argentino ha bromeado diciendo que los cardenales
han ido a buscar al nuevo Papa «al fin del mundo».
La elección ha sido más corta de lo que se esperaba. No hay que olvidar que el cónclave
se inició bajo el signo de la división después de 10 reuniones muy
intensas del colegio cardenalicio –formado por los 115 electores y los
mayores de 80 años—en las que 161 purpurados alzaron su voz para hablar
de la situación de la Iglesia. Aunque, al inicio de los encuentros, los cardenales
prestaron juramento de no filtrar a la prensa el contenido de las
discusiones, enseguida se supo que los temas más candentes fueron la
necesidad de reformar de la Curia, la postura de la Iglesia ante la
pederastia y la situación del IOR, el banco del Vaticano.
Algunos cardenales –entre ellos los estadounidenses—solicitaron además tener acceso al informe secreto que sobre el caso Vatileaks
–el robo y filtración de la documentación privada de Joseph
Ratzinger—elaboraron tres cardenales octogenarios. Antes de su renuncia,
Benedicto XVI determinó que el informe solo fuese conocido por su
sucesor, pero nada más llegar a Roma muchos de los cardenales
insistieron en que, antes de dibujar el perfil del Papa que ahora
necesita la Iglesia, sería conveniente saber la situación interna. El
primero en expresar la preocupación creciente fue el cardenal Raymundo
Damasceno, arzobispo de Aparecida y presidente de la Conferencia
Episcopal de Brasil: “¿Por qué los cardenales que somos los consejeros
más próximos al Papa no podemos tener acceso a dichos documentos?”.
Finalmente, los tres cardenales que practicaron la investigación
–Jozef Tomko, Salvatore De Giorgi y Julián Herranz— informaron
privadamente y sin entrar en detalles y nombres a los purpurados que lo
solicitaron. También llamó la atención que la décima y última de las
congregaciones generales estuviese dedicada a hablar del Instituto para
las Obras de Religión (IOR), el banco del Vaticano. El secretario de
Estado, Tarcisio Bertone, quien además es el presidente de la comisión
cardenalicia que controla la entidad, informó a los cardenales de su
situación. Según algunas filtraciones periodísticas, el cardenal Bertone
recibió numerosas críticas durante las congregaciones generales por su
manera de dirigir el Vaticano en los últimos años.
Pero, al margen de los asuntos polémicos, la Iglesia tiene numerosos
retos por delante, y todos ellos fueron abordados en los días previos al
cónclave. Antes de encerrarse en la Capilla Sixtina, los cardenales
parecían tener claro que la Iglesia necesita ahora un Papa fuerte, un
Pontífice capaz de reformar la Curia, organizar los dicasterios
(ministerios) del Vaticano para hacerlos más eficaces, limpiar la
podredumbre puesta al descubierto por el caso Vatileaks, impulsar el
diálogo con el Islam, afrontar de una manera valiente el papel de la
mujer en la Iglesia y la postura oficial ante la bioética. Un Papa, como
dijo el cardenal Angelo Sodano en la misa Pro eligiendo Pontifice, “un
pastor que anuncie el evangelio y la misericordia; un buen pastor capaz
de dar la vida por sus ovejas”. Un Papa, en suma, que sepa estar al lado
de los pobres en un momento de crisis mundial y que a la vez devuelva
al Vaticano su influencia perdida. ¿Será capaz de hacerlo Bergoglio?
FUENTE: EL PAIS INTERNACIONAL
PERFIL DE JORGE MARIO BERGOGLIO
Jorge Mario Bergoglio es uno de
los 183 cardenales de la Iglesia Católica, miembro de la Compañía de
Jesús. Luego de la muerte del Papa Juan Pablo II el 2 de abril de 2005,
fue considerado uno de los candidatos a tomar el lugar del Sumo
Pontífice, cargo para el cual fue electo Joseph Ratzinger, quien adoptó
el nombre papal de Benedicto XVI.
Él nació en Argentina el 17 de diciembre de 1936. Es el actual arzobispo de Buenos Aires y primado de Argentina.
Bergoglio
fue presidente de la Conferencia Episcopal Argentina durante dos
períodos. Impedido por el estatuto de asumir un nuevo mandato durante la
102 asamblea plenaria de ese organismo se eligió al arzobispo de la
Arquidiócesis de Santa Fe de la Vera Cruz, José María Arancedo, para
sucederlo.
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