Cuando una situación nos desborda y nos hace perder el control de nuestra vida, hay que pararse a reflexionar y conceder a los problemas su dosis justa de importancia. Sigue estos consejos y te resultará más fácil afrontar las crisis.
MI PAREJA ME HA FALLADO
Piensa si es una crisis o es el final de una etapa
- Piensa en si eso va a suponer la ruptura o se va a quedar en una crisis. Eso es una decisión absolutamente personal en intransferible. Escucha consejos, pero toma la decisión por ti misma. No tengas una actitud sumisa. En algunos casos puede ser que uno de los miembros lo acepte por miedo a la ruptura. Piensa si ese es tu caso.
- La crisis que provoca una infidelidad se puede superar. Para ello es necesario: expresar sentimientos, analizar la responsabilidad de ambos miembros de la pareja, cambiar las conductas que han podido ser causa de distanciamiento, hacer acuerdos posteriores… Viene bien afrontarlo conjuntamente y hablar mucho.
- Cuando la infidelidad se interpreta como señal de dete- rioro o desgaste de la convivencia, cuando uno o ambos se desentienden, cuando no se quiere afrontar una crisis quizá más profunda… es mejor que cada uno viva por separado la crisis personal que de ello se derive. Y esa etapa cada uno la debe afrontar con sus propias armas.
ME HAN DESPEDIDO
No es el fin del mundo. Cálmate y piensa pasadas unas semanas.
- Desconecta durante una temporada. No es el momento de gastar mucho, pero seguro que con ayuda de amigos y familiares te puedes organizar unas vacaciones de bajo presupuesto. Descansa, reflexiona y busca soluciones desde la tranquilidad.
- Tómate el desempleo como un desafio. No te lamentes por la mala suerte o por lo injusto del mundo laboral: busca informa- ción. Descubre qué tipos de ayudas hay para desempleados, infórmate de los cursos formativos gratuitos, empieza a moverte….
- Abre nuevas perspectivas. Retoma tus aficiones, recupera a los amigos que tenías abandonados, ocúpate de tu casa con más cariño, echa a una mano a gente que esté más agobiada que tú….
ESTOY ESTRESADA
Replantéate que es lo verdaderamente importante en la vida.
- Apóyate en un ser querido. Es necesario buscar a alguien que te entienda, escuche y quiera ayudarte. Puede ser una amiga, un familiar o tu pareja. Debes delegar en ellos algunas cosas para que tu nivel de actividad baje y te sientas menos estresada y más calmada.
- Concéntrate en lo bueno. Si tienes hijos, tus hijos. Si no, tu trabajo, tu familia, tus amigos… Cuando uno se siente mal, debe pensar en lo que más le importa en la vida. Y eso te pondrá los pies en la tierra.
- Toma conciencia de que es algo pasajero. No hay mal que cien años dure.
- Cuanto antes asumas de que eres incapaz de poder controlarlo todo, antes saldrás de tu estado de ansiedad. Gracias a meditar que todo pasa, que lo que hoy te angustia mañana será una anécdota, podras aprender a vivir sin impa- ciencia. Es algo que debes trabajar.
- Proponte pasar un día entero en casa, y busca actividades que te gusten den- tro de ella: ver pelis, cocinar, escuchar música, leer, recibir amigos…
- Haz deporte. Si el estrés te paraliza, ir al gimnasio te servirá para quemar angustia, y aprenderás que no todo es el trabajo ni nadie es imprescindible.
¿AGRESIVA AL VOLANTE? ¡CONTRÓLATE!
- Sé tú. Sé la misma persona cuando conduces que cuando vas por la calle andando.
- Conduce de manera prudente. El ánimo se relajará y disfrutarás la experiencia.
- Sé tolerante. Los demás conductores no son enemigos, sino compañeros de fatigas.
- El coche es tuyo, pero la carretera es de todos. Los demás también tienen sus derechos.