El benchmarking es un anglicismo que, en las ciencias de la administración de empresas,
puede definirse como un proceso sistemático y continuo para evaluar
comparativamente los productos, servicios y procesos de trabajo en
organizaciones. Consiste en tomar «comparadores» o benchmarks a aquellos productos, servicios y procesos de trabajo que pertenezcan a organizaciones que evidencien las mejores prácticas sobre el área de interés, con el propósito de transferir el conocimiento de las mejores prácticas y su aplicación.
En economía, toma su acepción para la Regulación: benchmarking
es una herramienta destinada a lograr comportamientos competitivos
(eficientes) en la oferta de los mercados monopolísticos, consistente en
la comparación del desempeño de las empresas, a través de la métrica
por variables, indicadores y coeficientes. En la práctica, se utilizan
diversos mecanismos de incentivos al comportamiento eficiente, como la
publicidad de los resultados de las comparaciones (nadie quiere ser el peor)
o con la utilización de mecanismos que transforman esos resultados
comparativos en premios o castigos sobre los ingresos del empresario.
El término inglés benchmark proviene de las palabras bench (banquillo, mesa) y mark (marca, señal).
En la acepción original del inglés la palabra compuesta sin embargo
podría traducirse como medida de calidad. El uso del término provendría
de la Inglaterra del siglo XIX, cuando los agrimensores hacían un corte o
marca en una piedra o en un muro para medir la altura o nivel de una
extensión de tierra. El corte servía para asegurar un soporte llamado bench,
sobre el cual luego se apoyaba el instrumento de medición, en
consecuencia, todas las mediciones posteriores estaban hechas con base
en la posición y altura de dicha marca.
La utilización del benchmarking se ha circunscrito
tradicionalmente en las organizaciones empresariales pero actualmente se
ha extendido a diferentes ámbitos, con las consiguientes modificaciones
de su puesta en práctica. Éste es el caso de su utilización por
administraciones públicas (benchmarking público) y agencias
gubernamentales para mejorar sus procesos y sistemas de gestión y
evaluar la implementación de las actuaciones políticas, la gestión
estratégica de una ciudad, etc.1
Los resultados obtenidos a partir de las aplicaciones benchmarking en el sector público, han evidenciado un desarrollo de mejores servicios y organizaciones con entornos más eficientes.2
La importancia del benchmarking no se encuentra en la
detallada mecánica de la comparación, sino en el impacto que pueden
tener estas comparaciones sobre los comportamientos. Se puede considerar
como un proceso útil de cara a lograr el impulso necesario para
realizar mejoras y cambios.
Este proceso continuo de comparar actividades, tanto en la misma
organización como en otras empresas, lleva a encontrar la mejor; para
luego intentar copiar esta actividad generando el mayor valor agregado
posible. Hay que mejorar las actividades que generan valor y reasignar
los recursos liberados al eliminar o mejorar actividades que no generen
valor (o no sea el deseado).
En conclusión, el benchmarking es la consecuencia de una administración para la calidad, además de ser una herramienta en la mejora de procesos.
Pasos del Benchmarking
1. Planificación: compuesto por:
a. Identificar que se va a someter a benchmarking: La clave para determinar a que se le debe
aplicar benchmarking es identificar el producto o servicio sustantivo de la organización.
b. Identificar organizaciones comparables:Se deben comparar cosas comparables.
c. Determinar el método de recopilación de datos: Pueden ser por fuentes internas como base de
datos de bibliotecas, revisiones internas o publicaciones internas. O puede ser por fuentes
externas como la asociaciones profesionales, seminarios, publicaciones sobre el sector, informes
especiales del sector, publicaciones funcionales del giro o periódicos funcionales.
2. Análisis
a. Describir la discrepancia con el desempeño actual: Una vez que tengamos los datos de las
mejores practicas, el siguiente paso es compararlo con las operaciones internas y encontrar
la brecha comparativa.
b. Describir los niveles de desempeño futuro: Una vez definidas las brechas sera necesaria la
proyección de los niveles de desempeño futuro
3. Integración
a. Comunicar y obtener colaboración: Hay que seleccionar el método de comunicación y organizar
los hallazgos para su mejor presentación y comprensión
b. Instalar metas operativas: Es necesario examinar las metas actuales de nuestra organización
para alinearlas con los resultados encontrados en la búsqueda
4. Acción
a. Ejecutar los planes: se debe definir la actividad o tarea que se quiere realizar y hay que
considerar el respaldo de la organización para la puesta en practica.
b. Implementación:Las mejores practicas deben ser implantadas dentro de la estructura funcional
ya existente.
c. Calibrar el benchmarking: Se busca permanentemente mejores practicas
5. Maduración
a.Practicas completamente integradas a los procesos
FUENTE: WIKIPEDIA