En esta última semana de intensas giras por el interior de México, Enrique Peña Nieto, el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y favorito para ganar las elecciones presidenciales de este domingo, se dio tiempo para responder un cuestionario que le hizo llegar El Comercio.
En promedio, usted tiene 12 puntos de ventaja sobre el
candidato que va en segundo lugar, según las encuestas, ¿ya se siente
presidente a pocos días para las elecciones?
De ninguna
manera. Estoy enfocado hasta el último día de la campaña en promover el
voto de los mexicanos a favor de mi proyecto de país, pues estoy
convencido de que es el mejor para México.
Todavía hay un porcentaje importante de indecisos. ¿Qué les
diría a los que desconfían de votar por el PRI porque consideran que en
el pasado toleró la corrupción?
El PRI de hace doce años
incurrió en errores y malas prácticas que dieron pie a un desencanto
generalizado por parte de la sociedad. El costo para el partido fue
perder la elección del 2000. De manera más importante y al mismo tiempo,
el PRI dio pie al cambio democrático. Con el aprendizaje de la última
década, ahora está renovado y fortalecido. Es un partido competitivo,
transparente y que sabe trabajar en democracia. Lo integramos una
generación joven, pujante y consciente de la realidad y de las
exigencias del México de hoy; una nueva generación que posee un sentido
de respeto a las instituciones, está en favor de la promoción de la
transparencia, la equidad, la rendición de cuentas y la mitigación de la
impunidad y la corrupción. Buscamos ganar el futuro que México merece,
no reinstaurar pasados que ya superamos.
¿Qué opina de los jóvenes del movimiento Yo Soy 132, que llaman a no votar por usted?
Soy
y seré siempre muy respetuoso de las manifestaciones que tengan los
diferentes grupos sociales y civiles en mi país. Incluso, de aquellos
que no sean afines a mi proyecto o persona. Reconozco el valor de su
movimiento, su participación en la política de México ha sido positiva
para nuestra democracia. Los he escuchado con atención e interés y de
manera muy concreta he solicitado que se procure la tolerancia y el
respeto, evitando cualquier llamado a actos de provocación o
enfrentamiento.
¿Cuál será su estrategia contra el crimen organizado?
Que
quede muy claro, como obligación del Estado la ley se aplica, jamás se
negocia. La única manera de asegurar el apoyo social en el combate al
crimen organizado es reduciendo la violencia. Esta es una condición
necesaria para tener éxito en el combate frontal al crimen. Me he
comprometido a lanzar lo que llamo la Estrategia Nacional para Reducir
la Violencia, con el objetivo específico de disminuir el número de
asesinatos, secuestros, extorsiones y la trata de personas. Esta
estrategia se centrará en los siguientes ejes: 1) crear una política
nacional de prevención del delito para atacar sus causas y no solo sus
consecuencias. 2) Reestructurar y profesionalizar a los policías del
país. Duplicaremos el número de efectivos de élite de la Policía Federal
e impulsaremos la creación de una gendarmería nacional. 3) Modernizar
el sistema de justicia para combatir la impunidad. 4) Consolidar un
sistema penitenciario que reforme y no forme delincuentes. Asimismo,
daremos prioridad al combate contra el lavado de dinero y el tráfico de
armas.
Se acusa al presidente Felipe Calderón de no atacar las
estructuras financieras de los cárteles de la droga. ¿Usted tiene un
plan contra el lavado de activos del narcotráfico?
La nueva
estrategia debe abordar dos temas específicos: el lavado de dinero y el
control de armas. Debemos emprender acciones de precisión quirúrgica
contra las finanzas de las redes criminales para socavar su capacidad
económica. Recuperaremos la legalidad en los espacios donde el Estado
tiene una ventaja decisiva o estratégica, como las aduanas, bancos,
notarías y cárceles. Es ahí donde las acciones del Estado deberán ser
más eficaces. También será primordial mejorar la vigilancia de nuestras
fronteras para atacar la entrada ilegal de armas de Estados Unidos y el
tráfico de migrantes y trata de personas provenientes de Centroamérica y
Sudamérica.
¿Mantendrá a las Fuerzas Armadas en las calles?
Definitivamente.
La estrategia que hemos marcado considera el retiro de las Fuerzas
Armadas de forma paulatina, en la medida en que se vayan recuperando las
zonas más afectadas por el crimen.
¿Cuál ha sido el mayor error del presidente Felipe Calderón
en el combate al crimen organizado y qué parte de su estrategia le
parece acertada?
La estrategia ha sido la correcta. Sin
embargo, lo que ha fallado es su ejecución eficaz. Esta se centró solo
en el uso de la fuerza. Se ignoraron las recomendaciones internacionales
que sugieren cambiar de paradigma para crear una seguridad pública más
democrática, con un enfoque integral, basada en la prevención, la
participación ciudadana y el rediseño de los modelos policiales y de
justicia con pleno respeto de los derechos humanos. Es una estrategia
que considero desafortunada y que ha dejado más de 60 mil muertos.
¿Se ha puesto como un objetivo algún plazo de tiempo para reducir la violencia a niveles anteriores al 2006?
En
un contexto de recursos humanos y económicos limitados, la intervención
del Gobierno debe concentrarse en los municipios más violentos y en
aquellos con mayores riesgos de detonar espirales de violencia. Es por
esto que no hemos dispuesto un calendario preciso. Sin embargo, tenemos
claro que las acciones que vamos a emprender deben dar resultados
visibles al término del primer año de gobierno.
Fuente: El comercio Perú