RECORDANDO A TRES PATINES Y LA TREMENDA CORTE

Marta Campos - Redactora

Tres patines y el tremendo juez

Tres patines y el tremendo juez

La Tremenda Corte fue en principio un exitoso programa de
radio del género cómico, producido en La Habana, Cuba, con guiones de Cástor
Vispo, un escritor y actor español que después adoptaría la nacionalidad
cubana. Dicho programa se transmitió por radio entre 1942 y 1961 de forma
ininterrumpida, con aproximadamente 360 episodios, que fueron incluso
escuchados a nivel internacional. El final del programa de radio en Cuba se
debió principalmente a la censura del gobierno de Fidel Castro.







El programa fue llevado a la televisión también con mucho
éxito a nivel internacional a mediados de la década de 1960, específicamente en
Monterrey, Nuevo León, México, durante tres temporadas y media, entre 1966 y
1969.

El programa es considerado, por muchos conocedores en la
materia, como la mejor comedia radiofónica producida en Latinoamérica en
aquella época y rescata lo mejor de la idiosincrasia popular cubana.

Tanto Vispo como el equipo de producción se dieron a la
tarea de buscar cómicos locales para crear un espacio de corte liviano y humor
blanco en 1941, en plena Segunda Guerra Mundial, como una forma de alegrar y
hacer olvidar los problemas a los habitantes de la isla. Pronto dieron con Leopoldo Fernández, un talentoso
comediante que ya era reconocido en espacios radiales y teatrales, así como con
su inseparable amigo, Aníbal de Mar,
que ya había trabajado tiempo atrás con Vispo. El resto del elenco surgió de
pruebas con otros cómicos menos conocidos, pero igualmente destacados.

El programa de La tremenda Corte inició sus transmisiones
en la emisora radiofónica RHC-Cadena Azul el 7 de enero de 1942.

En 1947, «La Tremenda Corte», al igual que
otros programas diversos de su época, fue llevado a la emisora competidora CMQ
Radio por sus anunciantes y patrocinadores en busca de mayores ventajas
competitivas. Los programas se transmitían en ese entonces en vivo, tres veces
por semana de lunes a viernes a las 8:30 PM, y eran patrocinados por una firma
de productos de perfumería y jabones.

La tremenda corte radio
Actores principales de «La Tremenda Corte » en la radio 1942-1961

Para llenar un libreto radial de quince minutos había que
escribir muchas cuartillas de texto, y su único escritor fue Vispo. Esta labor,
por lo tanto, resultaba bastante extenuante para su imaginación, algo que
siempre logró sacar adelante durante ese lapso. Así, “La Tremenda Corte” estuvo
en el aire sin interrupción desde 1942 a 1961 (primero en RHC Cadena Azul y más
tarde en CMQ).

Se calcula que se grabaron más de 360 episodios, muchos
de los cuales aún se escuchan por radio, pero hay unos pocos que nunca han
salido de Cuba, y por ende poco se conoce de ellos.

De todos esos programas radiofónicos que se grabaron en
la estación CMQ de La Habana entre 1947 y 1961, nadie sabe cuántos existen aún,
y se consideran objetos raros de valor incalculable para los admiradores y
coleccionistas de la serie.

LA
DUPLA LEOPOLDO FERNANDEZ Y ANIBAL DE MAR

Pototo y filomeno

En 1951, se estrenó la película cómico musical llamada
“Hotel de muchachas”, filmada en blanco y negro, y dirigida por Manuel de la
Pedrosa. En ella destacan, con sendos papeles protagónicos, Leopoldo Fernández
y Aníbal de Mar, debutando en la pantalla grande como «Pototo» y
«Filomeno»; cabe mencionar que Julito Díaz (el “Secretario” de
«La Tremenda Corte») tuvo un papel secundario. La cinta pronto se
convirtió en un clásico dentro de su género para esa época, a pesar de tener
una concepción bastante liviana, y motivó a que sus actores continuaran con los
personajes.

En 1955, el programa radial recibió un segundo aire de
forma indirecta al estrenarse el espacio humorístico de TV «El show de
Pototo y Filomeno», a través de CMQ TV, en el cual Leopoldo Fernández
(«Pototo») hacía un papel muy similar al de «Tres Patines»;
su compañero era nuevamente Aníbal de Mar («Filomeno»).

El espacio consistía de segmentos humorísticos y
canciones de música tropical con orquesta, formato precursor en su estilo en la
isla. El espectáculo fue presentado en los centros nocturnos Sierra y
Montmartre de La Habana, y el éxito del mismo propició dos discos de la pareja
y una segunda película («¡Olé Cuba!») en 1957.

El éxito hizo que el reparto del programa fuera a países
como Puerto Rico, Venezuela, Colombia, Perú, Panamá y la República Dominicana,
donde fueron aclamados.

Todo esto sucedía en conjunto con su trabajo en «La
Tremenda Corte», y, debido a ello, gran parte del público los identificaba
aún con sus caracterizaciones de radio.

En noviembre de 1958, Adolfo Otero, un actor esencial del
elenco, sufrió un infarto y posteriormente falleció a los 65 años. Casi simultáneamente,
también murió de una causa similar Julito Diaz, el secretario en algunos
episodios. Aun así, el programa siguió adelante sin ellos casi tres años
consecutivos.

EL FINAL DEL PROGRAMA RADIAL

Cerca del año 1960 hubo un giro drástico en la producción
del programa, debido a la revolución encabezada por Fidel Castro y a una
sociedad políticamente convulsa que se manifestaba en esos años. Sin embargo,
las circunstancias de aquel tiempo no detuvieron a los dos protagonistas
principales, que años después llevarían el programa a la televisión,
manteniendo la mayor parte del estilo que tuvo en la radio.

Previamente, se hicieron adaptaciones para teatros
locales, en donde hubo algunas funciones polémicas, en vista de que los actores
del programa (en particular Leopoldo Fernández) eran abiertamente críticos con
la política, y así lo manifestaban en sus actuaciones.

El castrismo, con su rígida tendencia marxista de esos
años, mostró su disconformidad con la existencia de espacios humorísticos en
los medios de comunicación, sobre todo cuando sus líderes empezaron a ser
objeto de los chistes.

Los años 1960 y 1961 fueron particularmente difíciles
para el elenco, debido a que el Gobierno empezó a enviar grupos de
simpatizantes para que escandalizaran con consignas comunistas durante las
actuaciones e interrumpieran por todos los medios las funciones.

Como no lograron su fin, en 1961 se emitió un decreto por
el que se obligaba a toda compañía teatral, radial o televisiva a someter sus
programas a la Comisión de Censura.

A pesar de ello, una noche de ese mismo año en la que se
presentaba “La Tremenda Corte”, adaptada para el Teatro Nacional, se desató una
balacera por parte del cuerpo de represión G2. Leopoldo Fernández fue
arrestado, y purgó una condena de 27 días de arresto domiciliario sin mayor
justificación.

Luego de ser absuelto se cuenta que Fernández elaboró una
pequeña pieza cómica que presentó en la capital cubana. Interpretando a “Pototo”,
él y otro actor revisaban un archivo de fotos de los presidentes de Cuba para
colgarlas en la pared. El otro actor mostró una foto de Fulgencio Batista y
Leopoldo le dijo: —»A éste lo botas…». El actor siguió tomando
diferentes figuras de políticos con la invariable respuesta del comediante:
—»A éste también lo botas…». Finalmente, el ayudante tomó una
fotografía de Fidel Castro; Leopoldo la miró, la mostró al público y
dirigiéndose a la pared dijo con su habitual socarronería: —»Déjame, que a
éste lo quiero colgar yo…».

El chiste, que en su momento tuvo gran difusión y fue
repetido en todas partes, concluía con la afirmación de que esta frase fue la
que obligó a su detención y posterior exilio en ese mismo año. Pero con todo y
lo bien rimada, la historia fue totalmente desmentida después en Miami por el
mismo Fernández que, cuando escuchó la versión de labios de un supuesto
asistente al teatro durante la citada función, lo corrigió no sin cierto dejo
de disgusto midiéndolo de pies a cabeza: “Caballero, si yo hubiera hecho y
dicho aquello, no estaría ahora aquí contando el cuento…”.

De cualquier manera (fuese el evento citado real o sólo
una especie de «leyenda urbana»), la policía de Castro clausuró el
espectáculo teatral de “La Tremenda Corte” y las presentaciones de «Pototo
y Filomeno» de forma definitiva.

A inicios de 1962, el medio artístico cubano sufrió un
fuerte revés cuando el gobierno fidelista incautó la radio CMQ y canceló todos
los programas de humor que ésta realizaba. La situación propició que la nómina
principal de «La Tremenda Corte» (a excepción del equipo de
producción, entre ellos Cástor Vispo), emigrara de Cuba ese año en dirección a
Miami, Estados Unidos, para no regresar jamás.

El ambiente era incómodo e incierto para continuar
realizando trabajo humorístico, del que nunca obtuvieron remuneración económica
justa y proporcionada a pesar del reconocimiento público e internacional.

El exilio de los protagonistas del programa obedeció a
razones económicas, no por diferencias de ideología. De hecho, ninguno de los
actores del reparto manifestó alguna vez afinidad política, y decidieron
mantenerse al margen de los hechos que agitaban a la sociedad cubana, aun
cuando estuvieron radicados en el exterior.

En aquella época, los actores no recibían regalías por
los derechos de copia del programa, como sucede en la actualidad, por lo cual
Abel Mestre, (que había sido ejecutivo de la empresa CMQ antes de ser
expropiada por el castrismo) inteligentemente compró gran parte de los capítulos
de La Tremenda Corte a un precio verdaderamente irrisorio; después los ofreció
en venta a muchas de las principales estaciones de radio latinoamericanas de
esos años.

El valor de venta se estimó en ese entonces en $ 20 US
por episodio, o más de $ 7.000 US por la totalidad de los que aún se conservan
grabados, una cantidad exorbitante incluso hoy en día.

LA
TREMENDA CORTE EN LA TELEVISIÓN: 1966-1969

El programa de radio volvería a cobrar vida en México a
mediados de la década de 1960, gracias a la estación de radio XEFB-AM
(localizada en Monterrey). Ahí se comenzó a transmitir de nuevo los episodios
grabados en Cuba. Las emisiones de radio tuvieron una gran acogida en el
público, y la serie adquirió popularidad en el país.

El éxito del programa hizo que se creara una versión
adaptada a la televisión, y tiempo después, Televisión Independiente de México
(Cadena TIM) proyectó las primeras transmisiones de la serie en 1966 a través
del canal 6 de Monterrey (XET-TV 6), y del canal 8 en el Distrito Federal (XHTM
Canal 8), con un espacio semanal de media hora (alrededor de 21 minutos sin
comerciales); para esa época, la Cadena TIM tenía una magnífica programación,
gracias a que había contratado a varios escritores cubanos del momento.

Sin embargo, la serie televisiva evidenciaba las
limitaciones de la época, como el cartón pintado a modo de escenografía, los
equipos rudimentarios de video en formato de baja resolución, y la transmisión
en blanco y negro. La última temporada al aire mostraba que el público asistía
al foro de grabación, dándo así mayor credibilidad al Juzgado; ésta
circunstancia resaltó la capacidad de improvisación de los actores y su dominio
escénico.

«La Tremenda Corte» fue uno de los primeros
programas cómicos televisivos que se exportaron desde México hacia diversos
países de América. Cabe mencionar, como dato curioso, que en los primeros
capítulos de esta serie no aparece el personaje del gallego «Rudesindo
Caldeiro y Escobiña». Más adelante, el papel estaría a cargo del conocido
Florencio Castelló (de origen andaluz), uno de los pocos actores contratados
con amplia experiencia y trayectoria en actuación frente a las cámaras para
realizar el programa.

Del reparto original de radio, sólo repitieron sus
papeles Leopoldo Fernández (que además
escribía los libretos en ausencia de Vispo) y Aníbal de Mar, los personajes centrales e insustituibles en la
trama del programa. Mimí Cal («Luz
María Nananina») comediante habitual en la serie de radio, rechazó
participar desde su exilio en Miami. Mientras tanto, Adolfo Otero («Rudesindo») y Julito Diaz (el «secretario»), habían fallecido de
problemas cardíacos en 1958. Sus lugares los tomaron Norma Zuñiga («Luz María Nananina») y Florencio Castelló
(«Rudecindo»), mientras el puesto del secretario lo asumieron al
menos tres actores diferentes.

El resto del elenco se conformaba por actores cubanos y
mexicanos, en su gran mayoría totalmente desconocidos del público, pues la
televisora no estaba dispuesta a pagar salarios altos. Algunos comediantes,
como el joven Alfonso Zayas («Casimiro» de participación muy
esporádica), se dieron a conocer a través de esta serie. Otro actor particular
fue «Tonina Jackson», conocido en el país como un personaje de lucha
libre durante las décadas de 1950 y 1960, el cual apareció en unos cuantos
episodios. Una muy joven María Antonieta de las Nieves hizo su debut en la
pantalla chica apareciendo en un programa reeditado. Muchos actores volvieron
al anonimato -una vez que se canceló la serie- sin que se sepa mucho de su
vida. Junto a este elenco, se sumaron personajes distintos a los que se habían
escuchado décadas atrás.

El programa televisivo a pesar de que tuvo éxito tuvo
corta vida (hasta mediados de 1969) puesto que los costos de producción
resultaron insostenibles para la televisora, y no existía un patrocinio suficientemente
fuerte que lo sustentara, aunado a las evidentes limitaciones técnicas con las
que se realizaba. La cuarta temporada resultó inconclusa, a pesar de que ya era
un éxito en otras latitudes del continente, y del hecho que los actores se
esforzaron por mantenerlo al aire.

Por otro lado, la Cadena TIM estaba en medio de una seria
crisis financiera, junto con cambios de tipo administrativo que culminaron en
1973. Ese año TIM se fusionó con su competidor, Telesistema Mexicano, formando
de esa unión lo que hoy se conoce como Televisa, una de las cadenas mediáticas
más poderosas del mundo.

Mientras esto sucedía, Leopoldo Fernández fue requerido
para realizar la película mexicana «Vírgenes de la Nueva Ola» (1969,
Fernando Cortés), filmada en Miami. Fue la primera película que el comediante
realizó a colores y sin la presencia de Aníbal de Mar; en ella aparece
brevemente el destacado cantante Daniel Santos.

A mediados de ese mismo año, Panamericana Televisión
(canal 5 de Perú) compró los 260 capítulos filmados y los derechos de «La
Tremenda Corte» a la Cadena TIM; entonces, ellos contrataron por una corta
temporada a Fernández para otra variante del programa, llamada «El Guardia
Tres Patines». Allí encarnaba a un policía despistado de sabor tropical;
su jefe era Antonio Salim (el sargento «Bonifacio Palomino»), junto a
otros cómicos peruanos del medio, como Jorge Montoro y Anita Saravia. El
espacio no tuvo gran difusión ni trascendencia fuera de ese país.

Una última adaptación para Perú fue el todavía menos
afortunado y desconocido «Tres Patines en su salsa» (1970), del que
no se conserva mucho material audiovisual. Con este programa el artista se
retiró de Lima. Finalmente, los actores originales de la serie nunca volvieron
a reunirse.

LA
TREMENDA CORTE: UN ÉXITO INTERNACIONAL

«La Tremenda Corte» ha sido uno de los
programas de radio más escuchados de los últimos años en muchos países de
América, y tanto ha sido su éxito que incluso hoy en día sigue transmitiéndose
en diversas emisoras de radio, principalmente para audiencias en México, Perú,
Panamá, Colombia, Costa Rica, Honduras, el Caribe (en particular en República
Dominicana), el estado de Florida en los Estados Unidos, y en otros países de
América (América Latina). La versión televisiva que duró solo tres años aun continua
retransmitiéndose en ciertas cadenas, principalmente en México, Perú, Ecuador y
Panamá.

ACTORES
Y PERSONAJES

VERSIÓN PARA RADIO: PRODUCIDA EN LA HABANA, CUBA, ENTRE 1942 Y 1961

·        
Leopoldo
Fernández
 (José Candelario Tres
Patines
)

·        
Aníbal de Mar (El Tremendo Juez)

·        
Mimí Cal (Luz María Nananina)

·        
Adolfo Otero (Rudesindo Caldeiro y
Escobiña
)

·        
Miguel Ángel Herrera (El Secretario «voz de joven»)

·        
Julito Díaz (El Secretario
«voz de viejo»
)

Otros
personajes también participaban de forma ocasional; entre ellos, se encontraban
los siguientes (de algunos se desconoce quién llevó a cabo la actuación):

·        
Erdwin
Fernández
 (“Simplicio Bobadilla y Comejaibas”)

·        
Wilfredo
Fernández
 (“Federico
«Perico» Jovellanos y Campoflorido
”)

·        
Reynaldo
Miravalles
 (“Leoncio Garrotín y
Rompecocos
”)

·        
Miguel Yao (“Don Olegario Cascarilla y Pinotea”)

·        
Emilio
Ruiz
 (“Ching Chong Chaw”) (Chino
que es dueño de un tren de lavado)

·        
Mr. Robert Two Base y One Strike Estadounidense

·        
Lupe
Suárez
 “Inés María de Fernández

·        
Hipólito del Queque y Estupiñán (Un
viejo que es novio de Nananina)

·        
Guampampiro Canistel y Talanquera (Guajiro)

·        
Sindulfo
Roqueta

·        
Belén del
Pinar y Tomeguín
 (Profesora de corte y costura)

·        
Dr. Vitamino
Pildorita
 (Protagonizado por Agustín
Campos)

·        
Bonifacio
Batilongo
 (Primo de Nananina,
protagonizado por Miguel Yao)

·        
Erdwin
Fernández
 «Rubén Darío Nervo
Espronceda y García Lorca de Baudelaire
” (Poeta)

·        
Albino Blanco de Mesa
(Cantinero, protagonizado por 
Reynaldo
Miravalles
)

·        
Yeyo Carreras” (Chofer de
alquiler)

·        
Jesús María Picota
(Protagonizado por Julito Diaz)

·        
Erdwin
Fernández
 “Bertoldo Edmundo Melones
Dieta

·        
Lupe
Suárez
 “Luz Rosa Matraca del Valle

·        
Petronilo Talanquera” (Medio
primo de Nananina)

·        
Severo Calderilla

·        
Catalino Talanquera del Potrero

·        
«Monsieur Gabán y Malapolán «(Modisto)protagonizado
por Armando Soler (Cholito)

·        
Excelentismo Sr. Don Ñico
Pantalón
” (Embajador del Principado de Jambalán)

·        
Cheo Guayabera” (Dependiente
de la zapatería «El Zapato Vigueta»)

·        
«Don Efraín» (Dueño
de la zapatería «El Zapato Vigueta»)

VERSIÓN PARA TV: PRODUCIDA EN MONTERREY, MÉXICO, ENTRE 1966 Y 1969

·        
Leopoldo Fernández (José Candelario Tres Patines)

Tres patines

·        
Aníbal de Mar (El Tremendo Juez)

Anibal de mar

·        
Norma
Zúñiga
 (“Luz Maria Nananina”)

Norma zuniga

·        
Florencio
Castelló
 (“Rudesindo Caldeiro y
Escobiña
”)

Rudesindo

·        
Alonso
Castaño
 (el primer «Secretario»
-sólo en la primera temporada-)

·        
Ricardo
Barroeta
 (el “Secretario”,
también hizo otros personajes ocasionales)

·        
Raúl “Cascarita” Salcedo (originalmente «Secretario«, luego hizo otras
participaciones con otros personajes, en particular con el de «Heliotropo
Flores del Rosal
» y «don Abundio«)

Entre el
resto del elenco televisivo se encontraban:

·        
Marco de Carlo (“Patagonio Tucumán y
Bandoneón
 “)

Patagonio

·        
LeopoldoFernández Jr. (“Polito Abril y Mayo”) Hijo de Leopoldo Fernandez

Polito a ril y mayo

·        
Eny
González
 (“Ángela Toribia Mercado
principalmente )

Angela toribia mercado

·        
Luis Manuel Pelayo (“Feliz Amargo”)

·        
Delia
Garda
 (“Julieta Tacoronte”, “Blanca
Flor de la Montaña
”, “Asunción Cordero”)

·        
Tonina Jackson (el “mecánico” y otros
papeles ocasionales)

·        
Anna Marty (“Cucucita”, “Amaranza de los Sitios”)

·        
Alfonso Zayas («Casimiro«)

EL ARGUMENTO

Tres Patines siempre se las
ingenia para justificarse, utilizando en su provecho el doble significado de
las palabras, cuando el Juez descubre la verdad. Esta situación contiene,
básicamente, la gracia del argumento del programa, pues el radioescucha se
interesa por los argumentos hasta que se revela la explicación de Tres Patines
para justificar su falta. Muy pocas veces, Tres Patines tiene la razón en el
juicio, y por ende resulta absuelto, como una vez en que se hace boxeador; sin
embargo, en otras ocasiones, su absolución es gracias a la generosidad del
Señor Juez, como en el Día de las Madres, en que Tres Patines le
«consiguió» unas gallinas a Mamita.

ANÉCDOTAS

En la Cuba posrevolucionaria no
se hizo mayor caso a «La Tremenda Corte», básicamente porque sus
protagonistas habían abandonado el país. Tampoco nadie tuvo en cuenta que su
creador, Cástor Vispo, murió en la isla.

La expresión –«¡A la
reja!»–, propia de Tres Patines cada vez que lo llamaban a comparecer,
era usada en Cuba para llamar a las personas que estaban presas; es decir,
encerradas en su celdas cuando recibían visitas por parte de un pariente,
abogado, o cualquiera. Así, para que el preso se acercara a la reja, porque
querían hablar con él, le decían. –«¡Fulano de tal…a la reja!»—.
Con esto se deduce que el personaje pasaba gran parte del tiempo confinado a
una celda.

Para aquellos que han escuchado
la transmisión radiofónica del programa, durante sus años de transmisión, los
distintos personajes que desfilaron por la corte del «Tremendo Juez»
resultan entrañables. Aunque los actores se apegaban a los guiones cómicos de
Cástor Vispo, es evidente que el formato y desarrollo del programa permitía la
improvisación constante. El ingenio de los actores, junto con el dominio de sus
respectivos personajes, relucía cuando ocurrían aquellos cambios inesperados
del guion.

De vez en cuando los actores
hacían alusión a personajes y hechos de la época, pero no centraban el tema del
programa en ello. Durante algunos episodios se utilizaron risas grabadas como
marco para las frases graciosas de los personajes, sin embargo este hecho
restaba frescura a las expresiones espontáneas del público que asistía al
estudio de grabación. La libertad de improvisación que tenían los actores se
ponía de manifiesto cuando, por ejemplo, emitían críticas en cierta forma
veladas acerca del guion o los diálogos. En una ocasión Tres Patines hace
alusión a que un asistente de la audiencia se ha dormido, dando a entender que
el guion no fue del agrado del público.

En otro episodio, ante la
petición del señor Juez de repetir una frase particularmente difícil, Nananina
comenta entre risas que no puede hacerlo porque el médico se lo ha prohibido.

Existen muchos momentos y
frases memorables, producto del ingenio y la sincronización entre los actores.
En una ocasión, Tres Patines explica al señor Juez que cuando uno recibe el
golpe de un aguacate lanzado a la cara, es como recibir dos veces el mismo golpe:
la primera vez cuando la cáscara golpea, y la segunda vez cuando la cáscara se
rompe y deja paso a la semilla. O también ocurre que, un día, Rudesindo se
cansa de las multas que le impone el Juez, y discute con él.

Las anécdotas de Tres Patines
siempre ponen en duda el lenguaje de Cervantes, pues aquél nunca dice las
palabras como son. De hecho, el éxito de su personaje radicaba en la facilidad
para interpretar el idioma en su propio beneficio.

Sumado a la capacidad de Tres Patines
para hacer perder la paciencia al juez con su léxico enredado, hubieron
personajes que le agregaron cuotas de humor a la serie televisiva. Luz María Nananina
con su frase habitual al llegar al juzgado “Aquí como todos los días” y el
argentino Patagonio Tucumán y Bandoneón que siempre entraba al juzgado diciendo
“ A la voz de aura” , luego de lo cual se ponía a recitar unos versos
 en rima lo que muchas veces le valía una multa
del juez. Eso sumado a las cómicas intervenciones de Rudesindo Caldeiro y
Escobiña Alias “El curro”.

En televisión se deben recordar
también los capítulos donde aparecía el hermano gemelo del Tremendo Juez
también interpretado por Anibal de Mar. Filomeno era todo lo contrario de su
hermano juez, un delincuente que a veces coincidía en fechorías con Tres
Patines y que en algún capítulo se agarra a golpes con su hermano, el Tremendo
Juez, al que deja muy maltrecho.

Finamente después de cada sentencia del juez siempre se recordará la frase de Tres Patines agarrando su sombrero y diciendo :  ¡Cosa más grande la vida; Chico! 

FUENTE: WIKIPEDIA/PUROTIP

2 comentarios en «RECORDANDO A TRES PATINES Y LA TREMENDA CORTE»

  1. Todavia veo y escucho , la tremenda corte con nostalgias de mis años de niño y recordando a mi padre pegado al televisor disfrutando de la tremenda corte.

    Responder

Deja un comentario