SALVANDO LA VIDA DE LOS PERROS EN COREA DEL SUR

Marta Campos - Redactora

Mascota rescatada
Mascota rescatada

Mascota rescatada de Corea, ahora con nuevo hogar en San Francisco.

Hoy compartimos una historia recogida
de un artículo de la BBC que cuenta como un grupo de protectores de animales en
Corea está procurando convencer a los criadores de perros para comer a que cambien
su negocio.

Una de las
cosas más complicadas para nosotros los occidentales es comprender y aceptar la
costumbre de comer perros que tiene los habitantes de ciertos países de Asia, entre
ellos Corea del Sur.

Para mucha gente
en Occidente, la idea de comer perro provoca sentimientos de aversión, mientras
que en algunos países de Asia es hasta una tradición culinaria santificada. No
obstante, estas diferencias extremas, un grupo de activistas occidentales piensa
que tiene una forma de romper el punto muerto y llegar a un acuerdo común..

Es un choque
de culturas, a veces muy estridente. Por un lado, los activistas generalmente
del lado occidental se organizan cada vez que pueden en los mercados de China,
Vietnam y Corea del Sur para protestar contra la venta de perros como alimento.




Por su lado,
los comerciantes de perros y agricultores desafían a los que amenazan su
subsistencia. Muchos asiáticos acusan a la gente de Occidente de hipócritas,
dicen ellos: «Ustedes comen oveja, vaca y pollo». «Entonces,
¿cuál es la diferencia?»

Como es obvio
por lo general, eso resulta ser  un diálogo
de sordos. Sin embargo, esta semana, los opositores han llegado a un acuerdo
amistoso. Han escuchado el uno al otro y se encontró un camino a seguir. Un
agricultor está liberando más de 100 de sus perros y, a cambio, los activistas
– de Humane Society International y la Fundación Change For Animals le han dado
un poco de dinero en efectivo y un plan de negocios para que se busque un tipo
diferente de negocio.

Los perros
fueron vacunados hace un mes y serán ubicados en nuevos hogares  en California esta semana, a partir del
martes.

El
agricultor, ya con sus jaulas vacías silenciosas, ha firmado un contrato
legalmente vinculante. Sus actividades serán objeto de seguimiento para
asegurarse de que no volverá  a la
industria de perro para consumo humano, o cualquier otro negocio que implica la
masacre de animales para alimentarse con su carne.

También ha
accedido a hablar con otros agricultores para perros, para alentarlos a hacer
el cambio. Los agricultores para perros suelen ser desconfiados con los
extraños, pero son más propensos a escuchar a uno de los suyos.

El monto de
la indemnización en este caso particular no ha sido revelada, pero se conoce
que se trata de sumas de entre $ 2.000 a $ 60.000 , dependiendo de lo que
implica la transición de la agricultura – ya sea la demolición de los
cobertizos de perro o compra de semillas para sembrar cultivos nuevos.

Lola weber
Lola Webber con un perro rescatado

«Nuestro
objetivo es poner fin a la industria de carne de perro en Corea», dice
Lola Webber, una mujer británica que fundó Change For Animals, y es la fuerte  impulsora detrás del proyecto. «Estamos
trabajando con la propia industria para hacer eso.» dice.

Los
activistas pueden estar empujando ya una puerta abierta. Conforme avanza Corea
del Sur como sociedad hay gente más rica y las actitudes y gustos están
cambiando. Las mascotas son cada vez más populares, y las personas que son
dueños de mascotas allá, no les agrada la idea de ver a los perritos servidos en
un plato de comida.

Protesta corea animales
Activistas protestando en los mercados de Corea.

 «Cada agricultor que he conocido ha
expresado su interés en salir de la industria de carne de perro», dice
Lola. «Es un trabajo agotador. Es un trabajo horrible que hacer. Ellos
reciben una gran cantidad de críticas por parte de sus familias y las
comunidades en las que viven.»

Al igual que
en las partes más elegantes de Manhattan o Londres o París, jóvenes y gente de
moda están apareciendo en las calles con pequeños perros en bolsas, asomando sus
hocicos – es el perro como accesorio de moda. En Seúl, hay más y más tiendas de
café que se describen a sí mismos como «amigos de los perros».

Mientras
tanto, los restaurantes de perros están cerrando. Seúl llegó a tener 1.500 pero
actualmente esa cifra se ha reducido a alrededor de 700.

Y por otro
lado, muchos coreanos comparten la sensación de que los occidentales no les
deben decir a ellos cómo vivir sus vidas.

«Los
coreanos comen alimentos que se adaptan a los coreanos», dice Kim
Soo-Gyun, el agricultor que liberó a sus perros de esta semana. «Nuestras
culturas alimentarias son diferentes y es por eso que tenemos diferentes puntos
de vista respecto de los occidentales.»

Lola Webber
entiende por qué algunos coreanos consideran a los activistas occidentales como
hipócritas, a pesar de que personalmente es vegetariana y no está de acuerdo
con el consumo de carne de cualquier tipo. «Dos errores no hacen un
acierto», es su respuesta al argumento de la hipocresía.

Su objeción a
la industria del perro es en parte porque que el método de masacre es brutal. 
En los
mercados de perros en Seúl se hace por electrocución – el perro, elegido por un
cliente, tiene un electrodo metido en su boca. Si no muere al instante se le administra
una segunda dosis.

Los perros
que permanecen en las jaulas están traumatizados, sostiene, por la vista de los
otros animales que matan delante de sus ojos.

Tradicionalmente,
los perros fueron colgados y golpeados hasta la muerte porque se pensaba que el
terror que experimentaron mejora el sabor. No está claro si este método
continúa en algunas zonas.

En el mercado
de perros Moran en Seúl, los comerciantes expresaron sentimientos encontrados
acerca de su negocio. Ellos estaban enojados con los manifestantes, los confrontaron
 y maltrataron  a un grupo cogieron que intentaba tomar
fotografías. Al mismo tiempo, un comerciante dijo que le encantaría salir de
ese negocio y hacer algo más para ganarse la vida.

«Si
tuviéramos el apoyo financiero, rediseñaríamos este mercado de perros y lo convertiríamos
en un centro de venta de perros como mascotas.”, dijo. «Hemos estado
esperando esto durante mucho tiempo, pero mientras tenemos que hacer algo para
vivir.»

El cierre de
toda la industria sería sin duda una gran tarea. Nadie sabe cuántas granjas de
perros existen en Corea. Pueden ser empresas o informales que prefieren la
crianza de perros machos expuestos a la intemperie durante todo el invierno
congelado y expuestos al calor feroz del verano en Corea. Algunos tienen sólo
100 animales, pero otros tienen 10 veces más.

De cualquier forma, se vislumbra una
buena perspectiva en el objetivo de salvar las vidas de los animales. Si bien es un proceso que será largo y complicado,  de todos modos es un avance el esfuerzo de estos activistas que utilizan su persuasión y creatividad para impulsar la idea de que 
Corea acorde con su desarrollo como sociedad puede dejar atrás poco a poco sus
tradiciones crueles. 



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