A pesar de la evolución humana, aún guardamos ciertos aspectos animales inconscientemente. Cuando vemos a una persona, nos basamos en pequeños elementos que detectamos como señales para ver si corremos peligro o nos encontramos a salvo. Por esto, a través de señales como la forma de andar podemos deducir rasgos de la personalidad de una persona. Lo que tu forma de caminar dice de ti influye en cómo te perciben otras personas.
El balanceo al andar
Resulta difícil de comprender cómo la forma de caminar nos puede afectar en las actividades diarias o cómo nos hace más propensos a un atraco. Lo cierto es que el balanceo que se produce al andar, según algunos estudios, genera dos tipos de formas de caminar: el joven y el viejo. Evidentemente el joven tiene un ritmo mucho más acelerado y animado, leve balanceo de caderas, pasos amplios y movimiento de brazos. Por otra parte, el viejo se caracteriza por movimientos más rígidos y menor balanceo.
Lo que tu forma de caminar dice ti, relacionado con los movimientos que haces al andar, puede trasmitirle una idea a los demás de tu edad aunque esto no sea del todo acertado. En los experimentos muchas personas etiquetaban algunos movimientos como joviales e identificaban a los ejemplos como tranquilos y felices, sin embargo, esta opinión no cambiaba al mostrarles el rostro.
Algunos psicólogos le dan mucho importancia a lo que tu forma de caminar dice ti, llegando incluso a confirmar que la caminata de una persona insegura suele ser una señal para los delincuentes. Existe un estilo vulnerable que se caracteriza por pasos cortos, mala postura, caminata lenta y mala oscilación de los brazos. Estas características se hacen más presentes en las mujeres, claro, según los expertos que han estudiado este fenómeno.