Como ante el último capítulo de una telenovela medio pelo, los hinchas de San Lorenzo se sentaron a presenciar el final de una historia que, más allá de algún enojo, una pizquita de incertidumbre o algo de nerviosismo, ya palpitaban que tendría un desenlace feliz. Porque el guión estaba casi íntegramente escrito desde el miércoles pasado, tras el 5 a 0 en el Nuevo Gasómetro. Los 90 minutos en La Paz no dieron lugar para cambios de libreto: el Ciclón perdió 1 a 0 con Bolívar, en el partido de vuelta de una de las llaves de semifinal de la Copa Libertadores, pero gracias al 5 a 0 de la ida se metió por primera vez en su historia en la final del certamen. El próximo miércoles se jugará la mitad del trofeo ante Nacional de Paraguay en el Defensores del Chaco de Asunción, mientras que 13 de agosto definirá en el Bajo Flores.
Con la abultadísima ventaja construida siete días atrás y con el cuco de la altura como telón de fondo, las estrategias estuvieron muy claras desde el pitazo inicial, luego del minuto de silencio que se realizó en el Hernando Siles por el fallecimiento de Julio Humberto Grondona. El local buscando sin tregua un tanto rápido que alimentara su flaca ilusión y la visita replegándose, administrando renta y energía y apostando por algún contragolpe.
Más allá del espejismo de un intento de José Sánchez Capdevilla a los 8 minutos, quien bordó por la izquierda una maniobra personal que terminó con un disparo bombeado que rozó el travesaño y salió, y de que el balón pasaba más tiempo en los pies de jugadores de uniforme celeste, el conjunto de Edgardo Bauza se mostró sólido y avidenció tener el encuentro controlado en la primera etapa.
Como era previsible, el transcurso de los minutos y el marcador cerrado le sumaron una carga extra al equipo del vasco Xabier Azkargorta, al que le faltó lucidez para gestar juego y se limitó a buscar con centros muy previsibles y remates desde larga distancia. Por su parte, San Lorenzo, alentado por dos mil hinchas en el Hernando Siles, se recostó sobre el manejo de Leandro Romagnoli y la dinámica por la banda derecha de Héctor Villalba para salir del fondo y llevar el juego lejos del arco de Sebastián Torrico.
Así, apenas un tiro libre de Juan Callejón que salió muy cerca del palo derecho logró arrancar algún grito de los simpatizantes locales antes del final del primer capítulo, mientras que el Ciclón avisó con un par de contras, a través de Nicolás Blandi e Ignacio Piatti.
Tras el entretiempo, los bolivianos salieron con bríos renovados y antes de que transcurrieran los primeros 60 segundos ya habían acariciado la apertura, pero José Chávez Sánchez remató desviado desde el borde del área chica. Fue la primera gota de un chubasco que en los primeros 15 minutos tuvo al gol tocando la puerta del arco de Torrico. Pero Bolívar no pudo ni con una media vuelta de Juan Arce que el guardavalla desvió al córner ni con un cabezazo de Ronald Eguino, sin marca y desde inmejorable posición, que besó el travesaño.
El ingreso de Walter Kannemann por Piatti no fue más que un indicio de lo que ya se percibía: que el equipo de Bauza había renunciado a pegar de contragolpe y se organizaba en su terreno para cuidar el cero ante un adversario que seguía apretando, pero cuyas llegadas se fueron haciendo cada vez más esporádicas.
El correr de los minutos, la sensación de historia liquidada, las dificultades en la elaboración de los locales y el conformismo de la visita configuraron un tramo final de partido chato, que apenas se vio alterado por un bombazo desde la izquierda del ingresado Rudy Cardozo que Torrico despejó con los puños y por la volea de Gerardo Yecerotte, ya en tiempo de descuento, que valió el gol del honor para los bolivianos. El pitazo final del ecuatoriano Carlos Vera depositó a San Lorenzo ante una oportunidad única en su historia. La semana próxima, en Asunción, intentará dar un paso más hacia ese trofeo históricamente esquivo.
FUENTE: http://www.clarin.com/
VIDEOS DE LAS SEMIFINALES
PARTIDO DE IDA EN BUENOS AIRES
SAN LORENZO 5 BOLIVAR 0
PARTIDO DE VUELTA EN LA PAZ
BOLIVAR 1 SAN LORENZO 0