Éxito sin precedentes en el taekwondo español. Joel González ganó la medalla de oro en la prueba de taekwondo hasta 58 kilos y Brigitte Yagüe obtuvo la plata en la categoría de -48 kg. Dos metales que aumentan a nueve los conseguidos por España en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
El luchador catalán, de 22 años y número uno del mundo, no dio
ninguna opción al coreano Daehoon Lee en la final (17-8). El de Vilafant
(Girona) se impuso con claridad en el primer asalto por cinco puntos a
uno gracias, sobre todo, a una reclamación de su técnico tras una patada
al casco que fue aceptada por los árbitros tras analizar la repetición
de la acción en vídeo.
El segundo envite fue más favorable al coreano, que sumó tres puntos y
provocó una penalización para el combatiente catalán. Además, Lee se
lanzó en un par de ocasiones al suelo para frenar el ritmo de su
oponente. Aun así, el líder del ránking mundial consiguió también
puntuar y llegó al asalto final con una ventaja de (8-4).
El combatiente asiático, habitual competidor en categoría de -63kg
reconvertido para participar en los Juegos, salió a la desesperada. No
le quedaba más remedio que apretar los dientes al máximo para intentar
remontar. Pero Joel González mantuvo la calma y tanto a tanto fue desquiciando a su contrincante, que acabó con dos penalizaciones.
La victoria incontestable del atleta catalán, resuelta con una patada
en la cara que dejó medio noqueado a Lee, fue admitida sin paliativos
por el técnico coreano, que le felicitó muy deportivamente e incluso
levantó el brazo de su rival en señal de triunfo una vez finalizado el
combate de los Juegos Olímpicos.
Corea del Sur, la potencia mundial del taekwondo, se
veía superada por España, segunda en esta clasificación con 50.000
federados y unos 200.000 practicantes. Joel, estudiante de criminología y
Administración y Dirección de Empresas, cierra un ciclo olímpico
excepcional tras ser campeón en los Mundiales de 2009 y 2011 y también
en los Europeos de 2010 y 2012.
Este joven de largas piernas,
frío, inteligente y con mucha agilidad mental, es capaz de sobreponerse a
cualquier cambio en el combate, que compara su deporte con una partida
de ajedrez. «Tenemos solo seis minutos en un combate y buscamos
soluciones en milésimas de segundo. La estrategia es muy importante, más
que el físico», explica.
Empezó tarde a practicar taekwondo (a los 11 años, cuando lo normal
es comenzar con 5 o 6) porque antes prefería el fútbol. Y cambió porque
su padre, que fue su primer entrenador, cumplió el sueño de su vida:
abrir un gimnasio de artes marciales.
Hoy en día, Pedro, el progenitor de Joel González,
es el encargado de estudiar vídeos de los rivales para luego desmenuzar
con su hijo los puntos fuertes y débiles de sus contrincantes. Cuando
empezó a destacar, el catalán se mudó a Murcia, donde estaba la
selección sub-21. Allí pasó dos años, hasta que se mudó al CAR de San
Cugat, donde sigue entrenando. El futuro está en sus manos.
Fuente: LA VANGUARDIA.COM